La ampliación de capital que anunció Colonial hace ya dos meses está despertando tanto interés entre los inversores intencionales que es muy posible que la inmobiliaria cambie sus planes de acción a corto plazo. El baile de inversores en el accionariado de la compañía que preside Juan José Bruguera no ha parado en el último mes y aunque La Caixa y el Banco Popular, dos de los antiguos socios, han decidido abandonar el barco, el capital extranjero ha aprovechado su marcha para asegurarse una situación preferente en la ampliación de hasta 1.000 millones de euros que previsiblemente servirá para salvar la situación de la inmobiliaria. Es el caso del fondo de inversión Fidelity, que en dos operaciones ha logrado quedarse con un paquete representativo del 3,38 por ciento del capital de Colonial y también de la entidad andorrana MoraBanc. Esta última ha manifestado que varios de sus clientes se han mostrado interesados en la ampliación de capital de la inmobiliaria. Estos inversores podrán acceder a la operación a través de la sicav que controla la entidad, Amura Capital, que actualmente posee el 7,56 por de las acciones de Colonial. El grupo andorrano se ha comprometido además a desembolsar 100 millones de euros en la operación, un compromiso que también han demostrado la compañía colombiana Santo Domingo y la española Villar Mir. Todas estas muestras de interés públicas, y las que se producen entre bambalinas, han ralentizado en parte los planes de venta del 20 por ciento de la filial francesa de Colonial, Société Fonciere Lyonnaise (SFL). La inmobiliaria estaba estudiando ya algunas ofertas que ha recibido para quedarse con esa parte de la firma gestora de edificios de oficinas, que según la cotización actual, está valorada en unos 352 millones de euros. De hecho, la venta de esta participación es una de las condiciones que han fijado los nuevos socios para respaldar la ampliación. Sin embargo, con unas perspectivas tan altas sobre la entrada de nuevo capital, es posible que la inmobiliaria se relaje, deje la venta para más adelante y se centre en las negociaciones para reestructurar su deuda y en conseguir un nuevo préstamo sindicado de hasta 700 millones de euros, que ya ha encomendado a Crédit Agricole. Precisamente esta entidad francesa a través de su aseguradora Predica, es una de las candidatas favoritas para quedarse con la participación de SFL. Sería una operación lógica, ya que Crédit Agricole tiene el 13 por ciento del capital de la gestora francesa y si se queda con el 20 por ciento que está en venta, se convertiría en el segundo mayor accionista, con el 33 por ciento, por detrás de Colonial, que mantendría su posición de liderazgo con el 38 por ciento.