Inmobiliarias, constructoras y otras entidades interesadas entrarían en el capital de la sociedad Harán competencia a Duch, creada por BBVA y San José, adjudicataria del concurso de gestiónmadrid. La Operación Chamartín comienza a desbloquearse. Los dueños de los terrenos, que fueron expropiados forzosamente en los años 50 para construir la estación de tren de Renfe, ya han encontrado la solución para conseguir el dinero del suelo que, según ellos, les pertenece. La opción de acudir a los tribunales para que les sean reconocidos sus derechos ha sido desestimada, por larga y costosa. La Asociación de Reversionistas (que integra a 1.100 familias, propietarias de 800.000 metros cuadrados de suelo en los actuales terrenos donde se ubica la estación de Chamartín) ultima la creación de una sociedad en la que se integrarían todas aquellas constructoras e inmobiliarias interesadas en entrar en el proyecto de ampliación del Paseo de la Castellana.Esa sociedad sería la propietaria de los derechos sobre el suelo, y competiría con Duch (Desarrollos Urbanísticos Chamartín), participada por el BBVA y la constructora San José, que fue la adjudicataria de la gestión de la "Operación Chamartín" en el año 1993. La diferencia, según explican fuentes de las negociaciones, es que la nueva empresa tendría un verdadero contenido: los derechos sobre el suelo. Y Duch estaría ante un grave problema, pues sólo tendría una licencia de gestión.La Operación Chamartín, el mayor proyecto urbanístico de Europa, abarca un ámbito de actuación de tres millones de metros cuadrados. Las vías del tren de la estación de Chamartín quedarían enterradas y en esos terrenos se construirían viviendas, en un macroproyecto con unas plusvalías estimadas de 8.000 millones de euros. Hay tanto en juego que nadie quiere perderse el pastel.Empresas interesadasHasta ahora, la inmobiliaria gallega Fadesa y La Caixa han mostrado su interés por la sociedad alternativa, aunque en el caso de la caja no será hasta después de las elecciones municipales y autonómicas catalanas (el próximo 1 de noviembre) cuando se cierre la operación, según fuentes cercanas a las negociaciones.Los propietarios del suelo han llegado a esta solución después de varias reuniones con Duch, en las que se les ha negado el derecho de reversión de los terrenos expropiados. La ley dice que en el caso de no ejecutarse la obra, no establecerse el servicio que motivó la expropiación o desapareciese la afectación, el primitivo dueño o sus herederos podrán recobrar la totalidad o la parte sobrante de lo expropiado, mediante el abono a quien fuera titular de la indemnización correspondiente.Los dueños demandan que sean reconocidos sus derechos de reversión. Eso lo tendría que hacer Fomento una vez reconozca la transformación del suelo para uso urbanístico. Los terrenos de los propietarios fueron expropiados para uso ferroviario, pero ahora, cuando se ha desbloqueado la operación y se ha dado luz verde para construir allí miles de viviendas, exigen que les paguen el metro cuadrado de suelo según ese nuevo uso. Calculan que los terrenos que tenían pueden valer ahora 500 millones de euros.Aunque es Fomento quien tiene la llave para reconocer esos derechos, hasta ahora, el ministerio dirigido por Magdalena Álvarez no se ha sentado a hablar con los propietarios. "Quizás lo hagamos más adelante", aseguraron a este periódico fuentes de Fomento.Mientras, el proceso de creación de la nueva Duch sigue adelante. La Asociación de Reversionistas se reunió la semana pasada con los directivos de algunas de las mayores inmobiliarias para ofrecerles entrar en la nueva sociedad. Los propietarios ofrecerían el suelo a cambio de los 500 millones de euros en los que estiman su precio. Con la compra de los derechos de los 1.100 propietarios, que poseen 800.000 metros cuadrados, se acabaría el problema de las reclamaciones, ya que en la Asociación están representados todos los dueños. Oferta mejoradaLa nueva sociedad, de la que aún no está definido el nombre (ya que dependerá de las empresas que entren) ofrecerá a Fomento y a Renfe una nueva oferta para desarrollar la Operación Chamartín. Las nuevas condiciones serán mejores en plusvalías y en vivienda social que las que ofrece Duch. Para entrar en la sociedad creada por los dueños de los terrenos, por tanto, será imprescindible respetar esas nuevas condiciones. El ministerio, con la nueva oferta encima de la mesa, podría revocar la licencia a la empresa de BBVA y San José, si se demuestra que ésta no ha cumplido los requisitos que Fomento impuso para llevar adelante el proyecto.