El banco le vende sólo parte del negocio por el que abonó 608 millones a AvivaMapfre se ha impuesto, como se presumía, de socio asegurador único para vender pólizas a través de la red Bankia. La aseguradora presidida por Antonio Huertas cierra el acuerdo con un primer pago de 151,7 millones de euros, en una operación compleja que deja fuera parte del negocio original de Aviva. La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri acordó en su día pagar 608 millones por el 50 por ciento de Aseval, la filial que Aviva tenía con Bancaja, y a la que estaba buscando potenciales compradores. Ahora, Mapfre se quedará con dicha propiedad y las filiales de seguros de la antigua Laietana. Sin embargo, la factura es mucho más comedida, porque Bankia ha segregado de la operación la cartera de pensiones originada por Aviva, que por el momento se queda en propiedad del banco, y la filial transferida dispone de un volumen de recursos propios inferior a Aseval. Así, la entidad financiera ordena su red bancoaseguradora "sin que la operación suponga un impacto relevante en la cuenta de resultados de Bankia en 2014". De transferir el mismo negocio adquirido a Aviva en su día debería haberse anotado 450 millones en minusvalías. Mapfre venderá a través de las oficinas de Bankia en exclusiva pólizas tanto de vida como de no vida y extiende su comercialización a los ramos de automóviles, hogar y empresas. El valor económico final del acuerdo no se cierra en los 151,7 millones de la compra de las filiales de Aviva y Laietana, y dependerá del grado de cumplimiento futuro de un plan de negocio acordado. La creación del grupo BFA-Bankia en 2010 con la suma de siete cajas metió bajo una misma red alianzas con Helvetia, Groupama, Caser -trabajaba con las cajas de La Rioja, Ávila, Insular Canarias y Segovia-, Aviva -socia de Bancaja- y Mapfre -de Caja Madrid-, cuando la normativa impide la coexistencia de distintos socios en bancaseguros para operar en idéntico ramo. A fin de poner orden en la maraña, la entidad financiera fue dejando sin continuida acuerdos en los que ha comprometido más de 750 millones en compensaciones. Primero con Groupama y Helvetia, cuyo pago no ha transcendido. A finales de 2012 puso fin al litigio con Aviva, previa entrega de 608 millones por el 50 por ciento de Aseval. Aviva había llevado al banco a la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Madrid y le exigía una indemnización de 944 millones, al entender que la creación de Bankia dinamitaba su contrato por obligarle a compartir red con compañías rivales. Meses después, la entidad financiera extinguiría la relación con Caser con la entrega de 141 millones. Con la reordenación de la alianza desaparecen las parcelas en las que el banco había tenido que dividir su red de oficina: la antigua de Bancaja trabajaba con Aseval, y en la originaria de Caja Madrid se distribuían las pólizas de Mapfre. El banco había puesto a la venta los seguros de Aviva, ofreciéndoselos a Mapfre y otros proveedores con la intención de acelerar su colocación antes de que perdiesen valor. Mapfre era reticente a comprometer más inversión, con el argumento de que la reestructuración impuesta por Bruselas ha reducido su capilaridad original. Con Caja Madrid, con la que se alió en 2000, llegó a tener 2.089 oficinas para vender sus productos. El ajuste de Bruselas ha obligado a Bankia a dejar su red en apenas 2.000 sucursales, desde las 3.200 alcanzadas en el momento de la fusión de las cajas.