Pemex da un espaldarazo al sector y contrata dos floteles para Barreras y NavantiaLa fuerte marejada en el negocio de los astilleros españoles comienza a amainar. Tras la crisis del sector después de que Bruselas declarara ilegal el sistema de financiación para la compra de nuevos buques, el nuevo tax lease, que tiene la bendición de la UE, ya da sus resultados. El presidente de Pymar, Álvaro Platero, aseguraba ayer que desde que se puso en marcha el nuevo sistema ya se han rubricado diez contratos (a falta de cerrar los últimos flecos) y que antes de que finalice el año se prevén otros treinta más. Fuentes solventes de la patronal de los astilleros explican a este periódico que el importe medio de cada uno de estos contratos es de 50 millones de euros, por lo que el sector se puede asegurar en este ejercicio una cartera de pedidos de 2.000 millones de euros. Balenciaga ha sido el primer astillero privado que ha cerrado la financiación de dos barcos con el nuevo sistema el pasado mes de diciembre, pero este sólo es el comienzo. En la madrugada del martes al miércoles, Pemex anunciaba la fabricación de dos barcos floteles en España (en la imagen). Uno de ellos se fabricaría en los astilleros gallegos de Barreras, donde el gigante mexicano ya controla el 51 por ciento de la empresa y el otro iría a parar a Navantia, el astillero público que estaba pasando por una crisis de carga de trabajo. Contrato de 600 millones El coste de cada uno de estos flotes ronda los 300 millones de euros y, en el caso de Navantia, supondrían una carga de un millón de horas de trabajo, y otras 130.000 horas de ingeniería. El grupo presidido por José Manuel Revuelta calcula que la construcción del flotel supondrá unos 30 meses de carga de trabajo para los astilleros de Navantia en Ferrol. De manera parecida se expresaba ayer el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, durante la clausura de unas jornadas sobre el nuevo tax lease organizadas por Pymar. Feijóo explicó que el contrato abría una puerta a la esperanza y que supone 1.000 puestos de trabajo directo. Y es que la industria naval española cruza los dedos para que esta racha no se acabe. El próximo 7 de febrero una delegación de Pemex visita Vigo y podría anunciar la construcción de una docena de barcos en los astilleros gallegos, además de los ya encargados. En el caso de Navantia, la llegada del flotel también podría verse reforzada con la confirmación de que el quinto gasero que el armador Knutsen tiene que fabricar para Gas Natural se realizaría en las instalaciones del astillero público, una noticia que se podría confirmar antes de la próxima primavera y que sería otro espaldarazo para la carga de trabajo de Navantia, que en menos de tres meses habría logrado tres contratos: el gasero, el flotel y otro de transmisión de tecnología para que Turquía fabrique un buque de desembarco anfibio similar al Juan Carlos I. En la inauguración de las jornadas, el ministro de Industria y Turismo, José Manuel Soria, explicó que el nuevo sistema de tax lease cuenta con el apoyo total del Gobierno español y es el único del Viejo Continente que ahora mismo está avalado por Bruselas. El negocio de los astilleros privados españoles da empleo a 87.000 familias en España y se ha especializado en los últimos años en barcos con alto contenido tecnológico como los que se emplean para la industria offshore: petrolífera, gasística y eólica.