Su comportamiento en bolsa es casi plano en la última década. Pero la retribución de las diez grandes del Ibex deja importantes revalorizaciones que al inversor en ocasiones le pasan desapercibidasLos importes son generalmente pequeños. Pocas compañías pagan en un solo día más de un euro por acción. Pero si un inversor a largo plazo rompiera ahora la hucha con todos los dividendos recibidos en los últimos diez años se llevaría una grata sorpresa. Tanto que convertiría las pérdidas que en muchos casos arastran las acciones durante este tiempo en grandes beneficios. Sólo un ejemplo: Si se tiene en cuenta la mediana, los diez grandes valores de la bolsa española por capitalización bursátil tienen un comportamiento plano en la última década, mientras que la inversión arroja ganancias de alrededor del 60 por ciento si se contabilizan los dividendos cobrados (ver página 8). La crisis de deuda soberana en la periferia europea, el miedo que hubo en el pasado a un rescate en España más allá del financiero y las reformas en la banca y en el sector eléctrico atestaron un gran golpe en las cotizaciones que solo consiguen esquivar a día de hoy cinco de estos diez grandes valores -Inditex, Iberdrola, Repsol, ArcelorMittal y Gas Natural- (ver gráfico). La acción de la multinacional textil es la más alcista de todas ellas al sacar partido de su extensa presencia internacional y no tener deuda. En diez años sube más de un 650 por ciento en bolsa, ya que el inversor que hace una década comprara Inditex lo hizo pagando algo más de 15 euros y ahora su acción se mueve en mercado por encima de los 115 euros. La revalorización de Inditex le ha hecho incluso batirse con el Santander (y superarle en algunos momentos) por la primera posición de la bolsa española. Y ahora, tras alcanzar en el mes de octubre un tamaño en bolsa histórico de más de 75.400 millones de euros, la textil se encuentra a menos de un 2 por ciento de superar dicho récord. CaixaBank y Gas Natural también se encuentran a menos de un 10 por ciento de su capitalización más alta. Y no sólo por su evolución en bolsa -el banco, incluso, cae casi un 20 por ciento en bolsa en estos diez años (se tiene en cuenta la antigua Criteria en el cálculo de la acción)-, sino por la apuesta que hicieron ambas por retribuir en acciones para frenar la salida de caja. Y es que el famoso scrip dividend -o pago en papelitos- supone incrementar la capitalización de la compañía al poner en circulación un mayor número de acciones. Recuerde, además, que en el caso de que el inversor no reclame recibir la retribución en efectivo, la compañía automáticamente le entregará acciones. CaixaBank es una de las empresas con scrip dividend cuyo pago en acciones tiene mejor aceptación. No hay que echar la vista atrás mucho tiempo para encontrar la capitalización máxima de CaixaBank, ya que la entidad logró la semana pasada su valor máximo en bolsa en los 22.121 millones de euros. Esta cifra se sitúa ahora en torno a los 21.300 millones de euros. Gas Natural es otra de las compañías que más cerca está de coronar su capitalización máxima. Y eso que el año pasado ya abandonó la modalidad del scrip dividend. Tan solo le separa un 7 por ciento de los 20.217 millones de euros que llegó a valer en 2007 cuando su acción alcanzó los históricos 38 euros. Y aunque desde entonces el título se ha dejado un 50 por ciento, hasta cotizar por encima de los 18 euros, el precio de cada título se ha revalorizado casi un 20 por ciento en los últimos diez años. En el caso de los dos grandes bancos cotizados del país, Santander y BBVA, su capitalización debería incrementarse en torno a un 30 por ciento para volver a conseguir su tamaño en bolsa récord de la última década. La entidad que preside Emilio Botín es la compañía que más vale en España con una capitalización de alrededor de 75.000 millones de euros, frente a los 54.500 millones de euros del banco presidido por Francisco González (única entidad del índice de referencia español que posee una recomendación de mantener junto a CaixaBank). Alejadas de su tamaño récord... En la cara opuesta de la moneda (compañías que más lejos se encuentran de volver a sus máximos de capitalización) encontramos a compañías como ArcelorMittal, Bankia, Iberdrola, Telefónica o Repsol (ver gráfico). La capitalización bursátil de ArcelorMittal tendría que multiplicarse por más de seis para volver a su nivel más alto. Y es que la acerera llegó a valer en bolsa casi 140.000 millones de euros en 2007 -ahora se sitúa en torno a 21.000 millones-, fecha en la que beneficiada por el boom económico del país presentaba beneficios de más de 7.000 millones -ahora el consenso de mercado, recogido por FactSet, prevé que cierre 2014 con unas ganancias de 1.100 millones-. En el caso de Bankia, su capitalización actual es casi cuatro veces menor a la de hace un año cuando 11.500 millones de títulos desembarcaron en el parqué tras la ampliación de capital que daba entrada al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob). El tamaño en bolsa máximo del banco es de 51.400 millones de euros y ahora su capitalización ronda los 14.000 millones (ver gráfico). E Iberdrola y Telefónica tendrían que aumentar un 106 y un 100 por ciento, respectivamente, para alcanzar en bolsa un tamaño histórico. La tercera compañía más grande del Ibex 35 con más de 55.600 millones de euros de capitalización es Telefónica. Lejos queda la cifra de hace casi siete años, en el que su valor actual casi se duplicaba alcanzando su capitalización más alta de la historia (ver gráfico). En el caso de Repsol habría que ver un repunte de más del 50 por ciento para ver volver a los más de 37.000 millones que la empresa valía en bolsa en julio de 2007. ...Pero con dividendos, todos ganan Lo importante para el inversor en bolsa es que no hay década perdida en ninguno de los diez grandes valores de la bolsa española si se contabilizan los dividendos pagados (Bankia no ha entregado nunca dividendo y, por tanto, continúa en pérdidas). Incluyendo la totalidad de las retribuciones realizadas en este tiempo todas estas compañías registran ganancias de al menos doble dígito, salvo CaixaBank, donde el inversor que comprara acciones en el nacimiento de Criteria (2007) perdería alrededor de un 19 por ciento vía acciones, pero ganaría sólo un 7 por ciento si se incorporan los 1,362 euros en dividendos abonados desde 2008. Iberdrola es uno de los gigantes de nuestro parqué con los que el inversor más gana incorporando la retribución (ver gráfico). Y es que sus acciones se apuntan alrededor de un 23 por ciento en bolsa desde 2004 y las ganancias se amplían hasta más del 200 por ciento si computa la retribución al accionista de la eléctrica. Esto quiere decir que un inversor que, por ejemplo, comprara en enero de 2004 un paquete de 200 Iberdrolas habría visto como su inversión inicial de unos 750 euros se incrementaba a unos 2.270 euros (924 euros por la propia subida de la acción en este mismo período de tiempo y 1.350 euros brutos más a través de los dividendos cobrados). Santander y Telefónica son otras de las compañías que maquillan más las pérdidas que arrastran sus acciones gracias a la retribución al accionista. El banco presidido por Emilio Botín pierde más de un 20 por ciento en bolsa, arrastrado principalmente por la crisis soberana y las exigencias al sector para la consecución de la reestructuración bancaria, pero genera al inversor unas ganancias del 50 por ciento si se computan los más de 6 euros que ha entregado en dividendos durante los últimos diez años. Y es que si el banco no hubiera pagado dividendos, una inversión de 1.000 euros en 2004 -equivalentes a casi unas 118 acciones- valdría ahora menos de 780 euros. En cambio, este inversor se apuntaría otros 730 euros a través de los dividendos cobrados. En el caso de Telefónica, el inversor gana un 70 por ciento en los últimos diez años por su tradicional y atractiva política de reribución, frente a las pérdidas del 2 por ciento que arrastran sus acciones en bolsa en la última década. BBVA y CaixaBank son los otros gigantes de la bolsa española (junto con Santander y Telefónica) cuya inversión sale rentable sólo gracias al cobro de dividendos (ver gráfico). No obstante, aún contabilizando la retribución, las ganancias que los inversores obtienen en estas compañías sigue sin ser comparable a la de Inditex. Los de Arteixo acumulan ya 5 años consecutivos de subidas en bolsa y su reticencia a recurrir al famoso scrip dividend les ha convertido en uno de los dividendos más fiables. El inversor que invirtió en Inditex hace diez años gana ni más ni menos que un 730 por ciento con los dividendos, frente a la subida del 658 por ciento solo de la acción. Bankia, un caso aparte El banco nacionalizado se cuela a día de hoy entre los valores con mayor capitalización de la bolsa española, contagiado por el entusiasmo con la banca española vista en semanas anteriores. Pero sus títulos, que suben un 2,35 por ciento en 2014, cotizan muy lejos de los 3,75 euros a los que salió a bolsa en el verano de 2011 -ahora serían 375 euros aplicando el contrasplit (agrupación de acciones) que realizó en abril en la proporción 100:1. Y en esta ocasión el inversor no cuenta con el as de los dividendos para mitigar las cuantiosas pérdidas de sus acciones. Aunque en su salida a bolsa prometió que estaba en sus pensamientos. De hecho, un día antes de la dimisión de Rodrigo Rato como presidente de BFA/Bankia, el banco dijo tener la intención de proponer repartir 152 millones de euros en dividendos con cargo a los resultados de 2011. Una cifra que suponía cumplir el objetivo recogido en el folleto informativo de la salida a bolsa de Bankia de pagar en dividendos la mitad del beneficio. Es decir, tener un pay out (porcentaje de beneficio destinado a remunerar al accionista) del 50 por ciento. Una pretensión que cayó en saco roto cuando, dentro del Plan de Reestructuración del Grupo BFA/Bankia, la Comisión rectora del FROB aprobó la entidad tenía que ampliar capital y convertir los híbridos. Una exigencia que llegó un año después de que el Estado nacionalizara la matriz del banco (BFA) con José Ignacio Goirigolzarri ya a la cabeza de Bankia. "El banco no distribuirá dividendos hasta el 31 de diciembre de 2014. A partir de esta fecha, el pago efectivo de dividendos dependerá de los beneficios y las condiciones financieras de Bankia en cada momento, sus necesidades de liquidez y otros factores relevantes", indicaba el folleto de la ampliación de capital. Algunos expertos pronostican que Bankia pueda ya retribuir al accionista con cargo a los resultados de 2015.