Los impagos siguen en ascenso tras el saneamiento de las refinanciaciones y suman 191.000 millones, un 19% del PIBNi los primeros indicios de recuperación económica ni los numerosos ejercicios de provisiones y saneamiento ni la apertura de los mercados han logrado aún revertir el viciado círculo en la banca de mayores impagos y restricción crediticia. La morosidad firmó en octubre otro récord, con 190.971 millones de euros calificados como de dudosos cobro -tres cuotas de amortización mínimas fallidas-. Supone ya el 13 por ciento de la financiación viva, la mayor tasa registrada nunca desde que el Banco de España inició la serie histórica en los años cincuenta y cuyo techo fue durante mucho tiempo el 9,15 por ciento registrado meses después de la intervención de Banesto en 1994. El nuevo récord tiene lugar las tras la revisión de los préstamos refinanciados, que obligó a engordar la hucha de provisiones de esa cartera en un 29 por ciento, elevando los dudosos desde 71.660 millones hasta los 92.224 millones. Un ejercicio forzado por el Banco de España para evitar que se enmascarasen créditos en dificultades bajo la apariencia de operaciones sanas. Los impagos atascan los balances de las entidades con un montante equivalente al 19 por ciento de la riqueza nacional, medida en Producto Interior Bruto (PIB), y deterioran sus márgenes y beneficios por el goteo incesante de provisiones para proteger su solvencia. Bajo este escenario y la tendencia de familias y empresas a bajar su endeudamiento para evitarse apuros, el crédito prosigue su desplome. El saldo financiado se hundió un 12,99 por ciento en octubre en términos internanuales, hasta 1,47 billones, un retroceso, en todo caso, afectado por el traspaso de préstamos al banco malo o Sareb. Si se considera solo el balance entre marzo, cuando la Sareb ya había recibido los préstamos, y el pasado octubre, el desplome sigue siendo del 5,74 por ciento. La banca confía en una reactivación de la financiación en 2014 y comienzan a observarse mayores operaciones nuevas en crédito al consumo y pymes, aunque aplazan un empuje real hasta 2015. Mientras, la morosidad sigue en avance en todos los clientes, con horquillas de impago que oscilan entre el 5,35 por ciento en hipotecas de familias (era el 3,99 por ciento en 2012), al 33,66 por ciento de inmobiliarias (29,05 el pasado año).