Las acciones de los estudios prometían potenciales beneficios en el futuro nueva york. Una nueva epidemia se extiende peligrosamente entre el corporate estadounidense, y la última firma que podría padecer los síntomas es la compañía de animación Pixar, que Disney compró a Apple Computer a comienzos de año. Según documentos registrados en el regulador de EE UU (SEC), Pixar agració hasta en cuatro ocasiones a algunos de sus altos ejecutivos con stock options justo en las jornadas en que las acciones de los estudios de animación eran más débiles y prometían potenciales beneficios en el futuro.Entre los directivos que pudieron acceder a estas opciones de compra el 6 de diciembre de 2000, con precio de cierre correspondiente a la sesión del día anterior, el más flojo del año, se encuentran nombres como el de John Lasseter, director creativo que también recibió una remesa previa en febrero de 1997, o el propio presidente de Pixar, Edwin Catmull. De momento, los reguladores federales no han presentado ningún cargo y desde los estudios no se han mostrado preocupados por el estado de sus cuentas. La semana pasada, Steve Jobs, consejero delegado de Apple y miembro de la mesa directiva de Pixar, anunciaba que su compañía estaba investigando irregularidades en sus cuentas por las stock options. Más de 80 compañías en EE UU han sido puestas en cuarentena. A pesar de los acontecimientos, Walt Disney, nueva propietaria de Pixar, anunció ayer un aumento en sus ingresos trimestrales del 36%, hasta 1.125 millones de dólares.