La aerolínea pierde 441.000 euros hasta marzo por el excesivo coste del querosenomadrid. Le ha costado pero al final lo ha conseguido. Los tentáculos del precio del petróleo también han atrapado a Iberia, que en el primer trimestre del año ha perdido 441.000 euros. La aerolínea presidida por Fernando Conte se ha rendido ante la escalada del precio del crudo y ha tenido que asumir una espectacular subida del queroseno que ha supuesto un incremento de costes de 66,8 millones de euros, hasta los 327,5 millones de euros. Y es que la política de cobertura de riesgos que ha aplicado a la perfección la compañía aérea durante los últimos años cada vez puede evitar en menor medida los efectos de un barril de Brent con el precio disparado. De esta manera, la subida del precio del queroseno después de coberturas supuso un aumento del gasto de 100 millones de euros. La compañía ha compensado este inconveniente con una mayor eficiencia de la flota de aviones y por el efecto positivo de la depreciación del dólar. Aún así, el coste unitario por AKO (Asiento por kilómetro ofertado) del combustible se incremento un 23,7 por ciento. Siguiendo con las directrices marcadas por el Plan Director 2006-2008 diseñado por la compañía, los pasajeros de Iberia continúan aumentando en largo y medio radio y decrecen en el mercado doméstico. En este último segmento de mercado la oferta disminuyó un 13 por ciento y el coeficiente de ocupación alcanzó un 69,2 por ciento. La compañía señala que el coeficiente de ocupación disminuyó en medio punto porcentual por la puesta en marcha de los corredores de alta velocidad ferroviaria entre Madrid y Málaga, desde finales de diciembre, y entre Madrid y Barcelona a partir del 20 de febrero. La caída de la ocupación no ha sido mayor porque Iberia, aunque ha mantenido las mismas frecuencias de vuelos en el Puente Aéreo, esta operando la ruta con aviones más pequeños y de menos plazas. Los ingresos de Iberia durante el primer trimestre del año cayeron un leve 0,4 por ciento, hasta 1.304,5 millones de euros. La compañía justifica estas menores ventas principalmente por la depreciación del dólar frente al euro pero existen otras evidentes razones como la caída de los ingresos por pasaje en 23,5 millones de euros.