El presidente insiste en que hay posibilidades de llevarse los cuatro buques metaneros de Gas Natural que ya se adjudicaronNavantia dio ayer un mensaje contradictorio y muy preocupante a sus sindicatos. El presidente del astillero público, José Manuel Revuelta, explicó que mañana miércoles van a presentar un fuerte plan de ajuste, pero que no debe afectar ni a la plantilla ni a los centros de producción del grupo, según explica a este periódico Jesús Pérez, secretario general de la sección sindical de MCA-UGT de Navantia en Ferrol. Pérez, que estuvo presente en una reunión que se celebró en Madrid, añade que Revuelta no dio detalles de este plan de ajuste, aunque dejó caer que afectaría a proveedores y a la subcontratación. La preocupación de Navantia en general, y Ferrol en particular, es que se acaba la carga de trabajo y no hay contratos que aseguren el futuro. En el caso concreto de Ferrol, tras entregar la última fragata a Australia, la carga de trabajo sólo se alargará hasta febrero, "una situación insostenible", añade Pérez. Pese a este panorama desolador, durante la presentación Revuelta fue muy optimista respecto a contratos pendientes de adjudicación. Tras recordar que en lo que va de año la compañía ha presentado 111 ofertas para concursos en 32 países distintos, el doble de licitaciones que en 2012, Revuelta volvió a insistir en que Navantia tiene posibilidades de llevarse el contrato de los cuatro buques metaneros de Gas Natural (que ya fueron adjudicados) y el buque flotel que Pemex debe encargarles, además de otros pedidos en países como Turquía. Desde UGT se muestra también preocupación porque este Plan 2014-2018 que se presentará mañana no será negociado con los trabajadores y se impondrá de manera unilateral. La posición del sindicato es no diseñar un plan industrial nuevo hasta que sus astilleros no consigan antes carga de trabajo.