Axel Kicillof ofrece garantías: "Es imposible no pagar a Repsol porque es ilegal"A la argentina YPF y a la mexicana Pemex les ha podido las prisas. Las compañías ya han anunciado que tienen previsto iniciar un diálogo el próximo mes para compartir tecnología y desarrollar el megayacimiento de Vaca Muerta, a pesar de que aún no se ha llegado a un acuerdo oficial sobre la expropiación a Repsol. Repsol no iniciará acciones legales contra Pemex, como ya hiciera con Chevron, pero sí que la iniciativa por parte de la mexicana supone otro desplante a la actual dirección de la petrolera, que tiene un motivo más para romper la alianza firmada a principios de 2012 para salvar los muebles de su deslealtad cuando intentó el primer asalto a Repsol bajo la batuta del expresidente de Sacyr, Luis del Rivero. La alianza firmada entonces se centraba, entre otros puntos, en compartir la tecnología y la experiencia en el terreno de la exploración y producción, donde Repsol ha tenido grandes éxitos, aunque no han llegado a alcanzar ningún acuerdo específico sobre este aspecto. Cabe recordar que esta alianza también contemplaba explícitamente el compromiso de Pemex de apoyar a la dirección de la petrolera, algo que está incumpliendo de plano. De ahí que el consejo de administración celebrado el pasado miércoles fuera especialmente tenso en este punto. Incluso se llegó a recordar al representante de Pemex en este órgano sus obligaciones como consejero y a amonestarle por las declaraciones públicas del director general del grupo, Emilio Lozoya. Por otro lado, el presidente de YPF, Miguel Galuccio, saludó que el principio de acuerdo sobre la expropiación haya sido validado por el consejo. "Sellar un acuerdo entre Repsol y el Estado argentino dará la confianza necesaria para alcanzar nuevas alianzas", informa Reuters. Ante las dudas por la garantías de este acuerdo, el ministro argentino de Economía, Axel Kicillof, se desdijo sobre las declaraciones de hace unos meses y sostuvo que "es imposible no pagar" a Repsol "porque es ilegal" y aseguró que "la idea no era perjudicar" a la española en el proceso de expropiación.