Cede la gestión de Altamira, que cuenta con pisos y suelo por 8.000 millones El Santander ha logrado desprenderse de su gestora Altamira. Ha alcanzado un principio de acuerdo con el fondo americano Apollo, cuyas condiciones finales se precisarán en las próximas semanas. La operación, según fuentes del mercado, asciende a unos 700 millones de euros. La cifra final dependerá de las últimas negociaciones entre las partes, que tendrán que dilucidar el porcentaje de capital y el número de empleados de la plataforma que se verán afectados. La firma de inversión gestionará la cartera de pisos y suelo en manos del banco a cambio de una comisión durante un periodo de diez años. Además, se encargará de los trámites para la recuperación de los créditos morosos, cuyo volumen variará en el tiempo. El Santander cuenta en su balance con inmuebles por valor bruto de 8.020 millones de euros, de los que el 55 por ciento corresponden a terrenos. Altamira tiene en plantilla 300 empleados. En los últimos meses ha acelerado sus planes de comercialización con el objetivo de ir reduciendo progresivamente el stock. En los nueve primeros meses del año se ha desprendido de 12.000 viviendas, cuatro veces más que el banco malo o Sareb, gracias a la política agresiva de descuentos. Aluvión de operaciones El grupo cántabro no es el primero que se deshace de su plataforma inmobiliaria. Tanto CatalunyaBanc como Bankia desinviertieron este activo. El atractivo de estas dos operaciones, a diferencia de la del Santander, es el eventual contrato de la Sareb para gestionar sus viviendas en los próximos años. Este término se aclarará a principios de 2014, cuando vence el acuerdo alcanzado entre el banco malo y las dos entidades nacionalizadas, que transfirieron sus activos tóxicos para sanearse. En el caso de CatalunyaBanc, los fondos Kennedy Wilson y Värde Partner se hicieron con su plataforma, mientras que en Bankia, fue Cerberus el que se impuso en la subasta por Habitat. También La Caixa se ha deshecho de su gestora de pisos Servihabitat, en una operación sellada con TPG por un valor de 330 millones. Apollo ha sido el vencedor en el proceso de Altamira, en el que han participado más de una decena de inversores. Para este fondo la operación supone dar un salto en el mercado español. Recientemente ha adquirido a Novagalicia su filial Evo por 60 millones, con el compromiso de inyectar en la entidad otros 200 millones para garantizar la viabilidad del proyecto a largo plazo. La apuesta de Apollo por nuestro país es clara y en distintos nichos de actividad. A principios de 2013 se hizo con la financiera de consumo de Bankia, Finanmadrid por 1,6 millones. En 2011 y 2012 también aprovechó las oportunidades del mercado al adquirir carteras de créditos dañados a Citibank y Bank of America. Todas estas operaciones convierten al fondo Apollo en el fondo de inversión más activo en España. Su plantilla superará los 1.000 trabajadores tras la compra de Altamira.