La marca de vehículos todoterreno prevé un aumento de sus ventas de un 15 por cientonueva york. Ford parece estar de rebajas y podría tratar de endulzar la venta de Jaguar mediante la adhesión de Land Rover a su oferta. Parece que a la estadounidense se le iba a hacer difícil vender su decaída marca felina sin un aliciente y los todoterrenos ingleses hacen la propuesta más apetecible. Después de que Ford presentara una revisada pérdida trimestral de 254 millones de dólares, se ha especulado mucho con la venta de Jaguar aunque, según los expertos, no existe ninguna compañía que esté dispuesta a hacerse con una marca que supone una carga económica sin vistas a corto plazo de ser rentable. Tras las fallidas tentativas con Renault y Peugeot, así como con Hyundai, la estadounidense se plantea añadir Land Rover al paquete, una filial que después de fuertes recortes e inversiones ha conseguido beneficios. Según publicaba el Sunday Times el pasado domingo, ésta sería una de las propuestas que Kenneth Leet, consejero externo, ha realizado a Bill Ford, consejero delegado de la compañía. Leet ha liderado las unidades especializadas en fusiones y adquisiciones de Goldman Sachs y Bank of America pero podría asesorar a la norteamericana sobre la forma más efectiva de deshacerse de algunos de sus agujeros negros. Otras fuentes aseguran que existe otra opción, que incluye la retención de Jaguar pero recortando producción y centrándose en los automóviles de lujo. La venta de Land Rover, que prevé una aumento de ventas mundiales para este año de entre un 10 y un 15 por ciento tras su buena acogida en el mercado de EEUU, supondría la pérdida de una marca que ha conseguido ponerse en forma y que incluso explora su entrada en nuevos mercados, como la India. Según las últimas especulaciones, lo más probable es que a pesar de la venta de Jaguar y Land Rover, Ford mantendría una pequeña participación en ambas compañías, además de conservar sus lazos técnicos y de proveedor.De momento, parece que Jaguar podría contemplar su primera propuesta de compra por parte del multimillonario ruso, Oleg Deripaska, propietario del farbicante automovilístico GAZ, que se ha aliado con el ex director de la filial europea de Ford, Martin Leach, para buscar soluciones que permitan una expansión internacional del fabricante de coches ruso.