Alienta a los bancos a esforzarse para favorecer el crecimiento y el empleoLa insolvencia de antiguas cajas y la doble recesión hundieron el crédito a ritmos nunca vistos -caída a dos dígitos el destinado a empresas-. Pero saneado el sector, la financiación continúa cercenada porque el mercado impone altos precios a entidades radicadas en economías frágiles, que convierten en inaccesible el escaso crédito a particulares y empresas, al resultar excesivamente gravoso. Según el presidente del Santander, Emilio Botín, "la llave" para atajar tal perverso circuito es completar la Unión Bancaria Europea. A los bancos les instó a "ser proactivos" y centrar "todos" los "esfuerzos en favorecer la creación de riqueza y de empleo". "Para que todos los avances logrados en el sector financiero permitan de verdad que fluya el crédito y un mayor crecimiento económico, es necesario recuperar la confianza, y para ello, la principal herramienta es completar la Unión Bancaria", defendió en la VI Santander International Banking Conference. El mismo Santander debe sufragar abultadas primas al emitir deuda porque las agencias de calificación degradaron su rating a 'BBB', en sintonía con el del Reino de España, y pese a que su solvencia es asimilable a bancos internacionales que disfrutan de notas 'A'. La primera gran pieza del puzzle arrancará en noviembre de 2014 con la asunción por parte del Banco Central Europeo (BCE) de la supervisión sobre las más de 6.000 entidades financieras, de forma directa y en coordinación con autoridades nacionales. Pero será insuficiente para romper el contagio entre el riesgo soberano y el bancario si encalla la creación del Mecanismo de Resolución para gestionar futuras crisis bancarias con reglas europeas y sin interferencias nacionales, y no se dota del Fondo Único para financiar dichos procesos. Botín urgió su creación "con ambición" y "asegurando unos cimientos fuertes" para ganar la confianza perdida y porque no puede volver a cargarse sobre las espaldas de los contribuyentes y entidades saneadas los costes de una crisis. En paralelo a la construcción del armazón y para restablecer la confianza en el sector financiero europeo, las autoridades trabajan en fijar reglas comunes. Un terreno de juego igualado facilitará la comparabilidad e incentivará un mejor gobierno corporativo. "Serán -los bancos- juzgados por su gestión y no por su país de origen", valoró Botín, que confía en que el mercado comience a discriminar entre entidades con los exámenes previstos para la banca antes de que el BCE asuma su control. "Hoy podemos afirmar que el sistema bancario español es uno de los más sólidos de Europa", reivindicó. Alerta de la sobrerregulación El banquero advirtió, no obstante, sobre un celo normativo excesivo que desvirtúe el fin último. Botín pidió regular los sistemas informales -banca en la sombra-, garantizar una supervisión de calidad "cercana" y estabilidad regulatoria para que las entidades puedan enfocarse en hacer rentables sus negocios y asistir a la economía real. Alertó sobre la tentación de exigir colchones de liquidez innecesarios, que limiten el crédito, o fijar fórmulas para los ratios de capital que pierdan la sensibilidad al riesgo.