Conservará el 5% del capital de O2 Czech Republic valorado en otros 180 millonesTelefónica protagonizó ayer su mayor venta del año al colocar su filial checa al grupo PPF, operación con la que el grupo español reducirá su deuda neta en 2.685 millones de euros. En concreto, la multinacional de las telecomunicaciones ingresará 2.467 millones de euros en efectivo, incluidos los 404 millones de euros que percibirá durante los próximos cuatro años. Ahora bien, el importe total asciende a 2.727 millones de euros si se añaden los 260 millones del dividendo que Telefónica percibirá a lo largo de este mes por su participación en el mismo operador. Por todo lo anterior, la compañía que preside César Alierta compensará más de la mitad del desembolso en efectivo realizado para la compra de E-Plus para liderar el mercado de las telecomunicaciones móviles en Alemania, cifrado en 5.000 millones. Conviene recordar que la venta en el mercado checo (y también eslovaco) se une a otras operaciones realizadas durante el primer semestre del curso, cuando el grupo que preside César Alierta vendió a Hutchison Whampoa su filial de móviles irlandesa por 850 millones. También se desprendió de su participación en Hispasat por 124 millones y transfirió sus torres de telefonía brasileña al grupo SBA Communications por 133 millones. Telefónica fijó su deuda en el primer semestre del año en 49.793 millones de euros, cifra que se actualizará el próximo 8 de noviembre con motivo de la presentación de los resultados del acumulado de los nueve primeros meses del año. Según confirmó Telefónica a la CNMV, ayer se comunicó el acuerdo con el grupo propiedad del multimillonario Petr Kellner para la venta del 65,9 por ciento del capital de Telefónica República Checa, que incluye las actividades en Eslovaquia. Seguirá como socio industrial Telefónica apunta que, una vez ejecutada la transacción, PPF lanzará una Oferta Pública de Adquisición obligatoria por el resto de acciones que conforman el capital de la operadora checa. No obstante, Telefónica mantendrá una participación del 4,9 por ciento en la Compañía (valorada en 180 millones de euros) y permanecerá como socio industrial y comercial durante un período de cuatro años. En ese plazo, la compañía seguirá denominándose O2, enseña comercial de Telefónica en el continente europeo, a excepción de España. Telefónica precisa que la transacción supone una valoración de más de seis veces ebitda 2014, "lo que representa un múltiplo atractivo en una operación en la que no se produce consolidación en el mercado y por tanto, no se generan las sinergias correspondientes". Los analistas aplaudieron la venta de Telefónica al considerar que "permite a la compañía continuar con el proceso de desapalancamiento, con una valoración decente, especialmente teniendo en cuenta el riesgo de que aparezca un cuarto entrante en el mercado móvil checo", según indicaron fuentes de UBS. Los expertos de Bernstein apuntan que la venta ofrece a la teleco española mayor flexibilidad para participar en la consolidación en Brasil y para emprender adicionales inversiones en Europa. Los analistas del BBVA destacan que "el anuncio de la compra de la filial checa representa un nuevo paso en el cambio que está liderando la compañía para concentrarse en sus mercados estratégicos".