Telefónica decidió ayer dar una "sorpresa" a los mercados al hacer pública su intención de acudir a la opa que Prisa lanzó por Sogecable, a 28 euros la acción, el pasado mes de diciembre. La posición oficial de Telefónica sobre su 16,79 por ciento en el capital de la empresa audiovisual era de mantenerla, ya que la compañía la consideraba estratégica. Sin embargo, ayer remitió un comunicado a la CNMV en el que afirmaba que vendería al precio de la opa la totalidad de su participación en la filial de Prisa. A precios de mercado, el importe que se embolsará la teleco de César Alierta se cifra en unos 650 millones de euros, aunque la compañía aún no ha declarado las plusvalías que obtiene por esta operación. Si Telefónica no hubiera acudido a la opa, los beneficios que obtendría de la participación estribarían en la obtención de algunas ventajas fiscales -por controlar más de un 5 por ciento del capital- y en tener un socio en una compañía líder entre medios de comunicación. Ingresar la susodicha cantidad en caja le permite destinarla a pagar dividendos o reducir deuda. Los mercados no han reaccionado de forma muy notoria a una noticia que ha sido bastante meditada. La cotización de la teleco permaneció plana durante el día, para cerrar con una caída del 0,26 por ciento, hasta 19,1 euros. Incluso el volumen que negoció ayer la teleco fue de 3,6 millones de títulos menos que la media diaria anual. Prisa no escapó a la tendencia bajista y se dejó en la sesión un 1,78 por ciento, hasta los 11,04 euros.