madrid. Desde que Sacyr se fusionó con Vallehermoso, ha retribuido a sus accionistas con ampliaciones de capital liberadas. Bueno, siempre no. El pasado ejercicio, la compañía no pudo cumplir esta promesa por la oferta pública con canje de acciones que había lanzado sobre la constructora francesa Eiffage. Esta opa llevaba incorporada una ecuación de canje que imposibilitaba llevar a cabo las tradicionales ampliaciones de capital del grupo presidido por Luis del Rivero. No obstante, el empresario prometió resarcir a sus accionistas en cuanto pudiera. Y ese momento ha llegado ahora. A la espera de la Junta El Consejo de Administración de Sacyr ha acordado someter al voto de la Junta General, que se celebrará el próximo 18 de junio, la emisión de 22,3 millones de acciones, de un euro de valor nominal cada una, que se repartirán gratuitamente entre todos los accionistas. Este acuerdo supondrá ampliar el capital del grupo en un 7,14 por ciento, al conceder a cada inversor una acción nueva por cada 14 antiguas. La operación se hará con cargo a las reservas voluntarias de la compañía, que el Consejo ha decidido incrementar en la cuantía de 6,66 millones de euros procedentes del beneficio de 2007. El resto de las ganancias se destinó al reparto de dividendos. Esta ampliaciones de capital, además de ser una fórmula de retribución del accionista, permiten inyectar liquidez al valor. Un título que, en el caso de Sacyr, está seriamente castigado en bolsa, con una caída del 13,35 por ciento en lo que va de año. Ayer una hora después de comunicar al mercado los acuerdos del Consejo, la constructora cerró con una caída del 1,07 por ciento, hasta 23,05 euros por título.