Sus resultados del segundo trimestre revelan cierta 'debilidad'Eran los resultados más esperados de la temporada dentro del sector del lujo. Coach, la marca estadounidense de lujo en marroquinería y con entrada en la moda y los complementos, ha sufrido en los últimos años la caída en materia de reputación, en ventas, la salida de su jefe de diseño y el fichaje de uno nuevo -ex Loewe, Stuart Vevers-. La empresa además sufre cambios en su consejo de administración, ya que su histórico consejero delegado, Lew Frankfort, asumirá el cargo de presidente ejecutivo en enero y en su sustitución se nombrará a Víctor Luis. Eran pues los denominados como "últimos resultados de una época" y la búsqueda por parte de los analistas de la nueva visión de lo que tendrá que ser Coach si quiere recuperar el terreno perdido a manos de Tory Burch o Michel Kors en los últimos ejercicios. El segundo trimestre fiscal del año de Coach se cierra con una caída en las ventas de un 1 por ciento frente al mismo periodo del año anterior, que se traduce en 1.150 millones de dólares. Las ganancias por acción han sido de 0,77 dólares, en línea con el resultado de hace un año. Y la clave, una vez más está en su mercado original y principal fuente de ingresos: Estados Unidos. En su país de origen Coach vende un 1 por ciento menos hasta los 77 millones de dólares, y los resultados una vez más los salvan el mercado chino con un incremento de las ventas de dobles dígitos -cercanos al 35 por ciento frente al mismo periodo del año anterior-, Japón y los mercados de Europa del Norte. Por líneas de negocio, Coach mantiene una tendencia positiva en la línea de marroquinería masculina, y en la nueva colección de calzado, pero su negocio central "core Business" que es el de bolsos de lujo, no termina de levantar el vuelo ni de convencer a los clientes. Gran esfuerzo Pese a la caída de las ventas, Coach ha realizado un enorme esfuerzo de ahorro en costes, mejora de distribución, y la apuesta por incrementar el número de puntos de venta tanto en Estados Unidos como en Asia. Pero el problema se mantiene: los productos no convencen. La masificación de la marca, entendida como pérdida de Glamour para la clase media-media alta, se ha traducido en una brutal caída en las ventas y en la pérdida de reputación como fabricante de bolsos de lujo para una mujer moderna, trabajadora y práctica que no quiere renunciar al estilo y a las mejores pieles. La masificación de Coach y la rebaja de los precios en algunos casos -para competir- junto con una línea mucho mas costosa que no ha respondido a las expectativas creadas. La llegada como nuevo Director General Creativo de Ververs es la última opción a juicio de los expertos de poder recuperar el nivel en ventas perdido, pero no solo, también la capacidad de transmitir que el lujo sigue siendo su principal leiv motif frente a la venta masiva de productos.