La multinacional controla el 69,4% del operador checo, participación valorada en 2.650 millones El grupo prevé encarrilar el objetivo de reducción de deuda a costa de un activo no estratégicoTelefónica ha iniciado los primeros contactos para preparar una posible desinversión en República Checa y Eslovaquia. El anuncio lo realizaron ayer las agencias Reuters y Bloomberg, ambas citando a fuentes financieras conocedoras de la situación. En función de las condiciones de las ofertas que se puedan recibir en las próximas semanas, la multinacional que preside César Alierta decidirá sobre la salida o no de un mercado en el que irrumpió en 2005. En la primavera de aquel año, Telefónica adquirió por 2.746 millones de euros el 51,1 por ciento de Cesky Telecom, operador de telecomunicaciones líder en la República Checa y que luego cambió de nombre por Telefónica O2 República Checa. Dos años más tarde, Telefónica entró en el negocio de las telecomunicaciones eslovaco, partiendo desde cero, sin realizar compras de operadores locales. En la actualidad, Telefónica atesora el 68,41 por ciento de su filial O2 República Checa, cuyo precio actual en el mercado ronda los 2.650 millones de euros. Por lo pronto, el precio de las acciones del operador se revalorizó ayer el 6,4 por ciento, hasta las 322 coronas, debido al runrún que ayer afectó a la sociedad. La posible venta de la filial de la República checa ha estado en el punto de mira de los analistas de la compañía desde el momento en el que Telefónica se comprometió a reducir su deuda hasta 47.000 millones, desde los 49.793 millones con los que cerró en junio de 2012. Negocio periférico Las cuentas sólo saldrían al grupo español si este pusiera en el mercado algunos de sus activos no estratégicos, entre los que figuran los operadores checo y eslovaco. Conviene recordar que en los últimos meses, Telefónica ha comprado la filial de móviles E-Plus, propiedad de KPN, con un desembolso de 4.140 millones de euros en efectivo. A finales de septiembre, la teleco española destinó otros 440 millones para reforzar su posición en Telco, primer accionista de Telecom Italia. Al mismo tiempo, el operador español hizo caja en los últimos meses a través de la venta de su negocio de móvil en Irlanda a Three, de Hutchison Whampoa, por 850 millones de euros. También se deshizo del negocio de banda ancha fija en Reino Unido y transfirió el 40 por ciento de Telefónica Centroamérica, esto último a cambio de 440 millones de euros. Además, vendió antenas de telefonía en España y Brasil para ingresar cerca de 500 millones entre ambos países. En el caso de la República Checa, Telefónica no ostenta el liderazgo de ese mercado, al disponer de una cuota del 26 por ciento, superado por T-Mobile (30 por ciento), pero por delante de Vodafone (24 por ciento) y Mobilkom (1 por ciento). Peor posición ocupa Telefónica en Eslovaquia, donde O2 es el tercer operador de tres jugadores. Según informó ayer Reuters, dos de las fuentes consultadas por la agencia indicaron como posible interesado el grupo de inversión checo PPF, propiedad del hombre más rico del país Petr Kellner. Las mismas fuentes apuntan que PPF vendió recientemente su división de telecomunicaciones, pero ahora parece que está dispuesto a volver al sector. Lo anterior se deduce "tras comprobar que el grupo inversor consideró la posibilidad de unirse a la subasta de espectro 4G celebrada en la República Checa como un nuevo competidor, pero finalmente no lo hizo, por lo que la compra del negocio de Telefónica sería una alternativa", indican. En el supuesto de que PPF no diera el paso, la agencia de noticias señala otros posibles novios de la participación de Telefónica en aquel operador. Se trata de un fondo de capital privado europeo así como otros grupos rusos de telecomunicaciones. Negocio bajista en Chequia Los resultados comerciales en República Checa no han resultado especialmente favorables para Telefónica durante los doce últimos meses. Así, el grupo español apenas incrementó su cifra de clientes finales un 0,3 por ciento, con caídas en telefonía fija. En el negocio de móviles, Telefónica sufrió en aquel mercado el impacto de la supresión del subsidio de terminales, así como el peso de las tarifas de interconexión. En total, los ingresos en la República Checa y Eslovaquia se situaron el primer semestre del año en 930 millones de euros, lo que arroja una caída en términos interanuales del 5,2 por ciento y del 5,8 por ciento en el segundo trimestre respecto al primero. Los ingresos obtenidos por Telefónica en el servicio móvil checo alcanzaron los 498 millones de euros durante los seis primeros meses del año, con un descenso del 8 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. En Eslovaquia, la telefonía móvil de Telefónica repuntó el 7,6 por ciento en términos interanuales durante el primer semestre del año y un 4,7 por ciento en el segundo trimestre, debido a los recortes de las tarifas de interconexión móvil. La inversión realizada por Telefónica entre los pasados meses de enero a junio en su filial checa rondó los 86 millones de euros.