Conecta a la red las dos plantas que le restaban por culminar en España y alcanza los 943 Mw operativos Abengoa ha obtenido por fin financiación para asumir parte del coste de las dos últimas plantas termosolares que le restaban por terminar en España. La compañía andaluza ha logrado 200 millones -de un grupo de bancos que la firma no ha querido desvelar- para respaldar la puesta en marcha de las plantas Solaben 1 y 6 en Logrosán (Cáceres). El coste total de ambas ha ascendido a 510 millones y su potencia suma cien megavatios. Junto a otras dos plantas que ya funcionan desde 2012 en Logrosán, el complejo sumará 200 Mw. Pero, a diferencia de esas otras -Solaben 2 y 3- que Abengoa comparte con el grupo japonés Itochu, las dos conectadas ayer son propiedad de la firma española al cien por cien. Los cambios regulatorios que han afectado en el último año a todo el mercado eléctrico, y también a las renovables y en especial a la termosolar, han retrasado tanto la obtención de financiación como la posible entrada de socios para compartir estos proyectos. Abengoa destacó ayer que la obtención de esos 200 millones le permite recuperar parte del capital invertido con sus propios fondos desde el inicio de las obras. Con la entrada en operación de estas dos centrales, la compañía ya explota 943 megavatios termosolares entre España, Abu Dhabi y Argelia. Los nuevos proyectos que promueve Abengoa están todos en el extranjero, y el que de forma más inminente entrará en operación es el de la macrocentral termosolar de Solana (en Arizona, EEUU), prevista para antes de fin de año. En total, el grupo desarrolla otros 710 megavatios en EEUU, Israel y Suráfrica y, en todos los casos, cuenta con socios que comparten la inversión. Abengoa cerró ayer a 2,15 euros, un 2,27 por ciento menos.