Joaquim Coello (Salamanca, 1946) es un amante del mar y de la ciencia náutica. Este ingeniero naval, que diseñó el primer yate español que arribó a la Antártida, ex presidente de Bazán en época de Felipe González, ex primer directivo de Gamesa y del puerto de Barcelona, ha recalado en la ciudad Condal para proseguir su travesía profesional. Una compañera que siempre le acompaña es la maqueta original del pesquero Azor, que sirvió a Franco de embarcación de recreo. Ahora lleva dos años al frente de la certificadora Applus+. Pilotó la venta de esta empresa decidida por sus antiguos accionistas (Aguas de Barcelona, Unión Fenosa y Caja Madrid) al fondo de inversión Carlyle -que controla el 76 por ciento del capital- para duplicar su tamaño y prepararla para salir a bolsa en 2011. El resto de accionistas son Caixa Catalunya, Caixa Sabadell, Caixa Manresa, Caixa Girona. Carlos Kinder, Román Sanahuja, Andreu Costafreda y Juan Manuel Soler forman el resto de socios. Coello compaginará su cargo en junio con el de consejero independiente de la papelera Miquel y Costas, que preside Jordi Mercader, también presidente de Aguas de Barcelona. P ¿De qué forma pretende doblar el tamaño de Applus+? R Desde la compra de Applus+ por parte de Carlyle tengo la prioridad de desarrollar un plan estratégico que duplique el tamaño de la empresa en 2011. Sin grandes compras, pero sí con operaciones de entre 30 y 40 millones de euros. Vamos a crecer en todos nuestros negocios: Idiada (ingeniería para automoción); LGAI, ensayos y certificación para todo tipo de industrias; RTD, ensayos no destructivos para el sector petroquímico y energía; inspección de vehículos ITV, e IAT para certificar la calidad en infraestructuras y servicios. P ¿Con cuánta liquidez cuenta para hacer compras? R Carlyle ha conseguido créditos bancarios de 500 millones para invertir en cuatro años (hemos gastado 75) con el objetivo de facturar 1.200 millones en 2011. En 2008 facturaremos 810 millones con un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 128 millones (220 millones en 2011). Este año cerraremos una compra más en Estados Unidos en ensayos no destructivos con una inversión de 30 millones. También otra compra en Idiada en Francia o Alemania. Queremos pasar del séptimo puesto mundial del sector de la certificación al tercero o cuarto en 2011 para estar muy cerca de las líderes SGS y Bureau Veritas. P ¿Cuáles son sus prioridades? R Hemos crecido en Singapur y Finlandia, donde queremos tener el 25 por ciento del mercado de las estaciones de inspección de vehículos. Queremos aportar valor en biotecnología y genética alimentaria. Una de las cinco divisiones que crecerá de forma significativa es Idiada. Pasará de los 70 millones de facturación actual a los 150 millones en 2011 con compras en India y Corea del Sur donde hay muchos fabricantes. En el LGAI vamos a preparar una gran compra en China para que facture 100 millones. P ¿Y en España? R Tenemos la voluntad de crecer en inspección de vehículos (ITV). Tenemos casi el 60 por ciento de mercado en Cataluña y nos falta Madrid. Vamos a negociar la compra de la red de estaciones ITV a FCC para entrar en la Comunidad de Madrid. P ¿Hay impaciencia de los accionistas para salir a bolsa en 2011? R La salida a bolsa es la mejor manera para que Carlyle rentabilice su inversión de 1.400 millones en Applus+. Ahora no me preocupa la bolsa sino ser eficiente. Cada euro gastado debe aportar valor. Si facturamos 1.200 millones en 2011 y el mercado lo permite, la bolsa será una opción, aunque no la única. No descarto una fusión con alguna grande del sector dentro de cuatro años.