Se reafirma en el mercado de alto valor en la víspera del estreno del último móvil En la víspera de la venta de los nuevos iPhone 5C y 5S, el consejero delegado de Apple, Tim Cook, negó que Apple estuviera acabado, tanto como se escucha entre analistas. En declaraciones a Bloomberg Businessweek, Cook indicó que la cotización de Apple no afecta a su estado de ánimo: "No me siento eufórico al alza, ni me corto las venas cuando baja. He montado en montaña rusa demasiadas veces para eso". Sin embargo, la publicación le cuestiona sobre la llegada de los fabricantes chinos con sus bajos precios. Sobre este asunto, Cook le quitó importancia a esta posibilidad argumentando que "esto sucede en todos los productos electrónicos de consumo, desde cámaras a ordenadores, desde tabletas a smartphones, o incluso antes con los VCR y DVD. No puedo pensar en un solo mercado de electrónica de consumo en el que no se suceda". Ante este tipo de mercado Cook se encarga de destacar la importancia del nuevo iPhone 5C al apuntar que "Apple en ningún momento tuvo la intención de hacer un iPhone de bajo coste", comentó Cook, que añadió que "siempre hay quien hace chatarra en el mercado, pero no estamos en el negocio de la chatarra". "Estar en el extremo superior de la industria justifica unos precios más altos y mayor valor. Hay un segmento del mercado que demanda un producto que haga mucho por ellos y quiero competir como un loco para esos clientes". También reconoció que no se desvela por el bajo precio "porque no es lo que somos", dijo. Estos dos mercados son tan grandes, y hay tantas personas que quieren una gran experiencia de su teléfono o su tableta, que Apple puede tener un muy buen negocio", añadió.