Aumenta en el segundo trimestre un punto porcentual y supera el 5%La morosidad hipotecaria se ha convertido en una nueva fuente de preocupación para las entidades en esta recta final del cataclismo financiero. Los impagos por créditos para la adquisición de la vivienda registraron en el segundo trimestre del año la mayor subida de la crisis y sobrepasaron el umbral del 5 por ciento. En concreto, alcanzaron en junio el 5,16 por ciento, tras avanzar más de un punto porcentual en tan sólo tres meses, con lo que se sitúan en la zona de máximos experimentada en 1995. Aunque la situación económica parece aclararse, todavía no ha calado en los hogares, que cada día tienen mayores dificultades para llegar a fin de mes. Además, la morosidad inicia su descenso pasados varios trimestres desde el comienzo de la reactivación económica. También influye el menor importe de créditos a la vivienda, que provoca un aumento de la tasa de morosidad como consecuencia de la menor actividad. Por último, entre marzo y junio ha tenido lugar un hecho extraordinario. Las entidades han adelantado la nueva normativa sobre reclasificación de préstamos refinanciados, trasladando parte de éstos a situación de morosidad en vez de registrarlos en el epígrafe de normales o al corriente de pago. Fuentes del sector sostienen que esta política ha empujado la morosidad en el segundo trimestre y recuerdan que a lo largo de la crisis han refinanciado muchas hipotecas para evitar la ejecución de viviendas de las familias. Las exigencias nuevas sobre los créditos refinanciados y reestructurados, práctica conocida como patada para adelante, ha elevado los ratios de insolvencias en el conjunto del sector en los últimos meses al igual que en el segmento hipotecario. Todos los segmentos sufren mayores subidas por este motivo. Así, en julio la tendencia alcista continuó y la tasa general de morosidad del sistema avanzó y rozó el sistema rozó el 12 por ciento, la más alta de la historia.