Los laboratorios logran una reivindicación histórica, aunque los profesionales sanitarios se oponen a la medidaLos anuncios de medicamentos sin receta, los únicos fármacos que pueden anunciarse en medios de comunicación, ya no deberán pasar un control previo por parte del Ministerio de Sanidad antes de llegar al gran público. El departamento de Ana Mato ha accedido así a una reclamación histórica de los laboratorios farmacéuticos que veían esta exigencia una rémora del pasado al entender que era una especie de censura previa. La medida estaba en vigor hace 28 años. No son de la misma opinión algunos de los profesionales sanitarios. Los más opuestos a la medida son los farmacéuticos que consideran que la decisión de Sanidad "banaliza el medicamento". Así lo ha expresado públicamente en un comunicado la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria para quien la eliminación del control previo "puede provocar un uso abusivo de las prácticas publicitarias (especialmente en canales como internet) y puede tener consecuencias negativas en el uso adecuado de los medicamentos con impacto negativo en la salud de los pacientes". Por contra, desde la patronal que engloba a las compañías de este sector, la Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anefp), consideran que esta supresión supone "el reconocimiento a la mayoría de edad de una industria farmacéutica preparada para la autorregulación publicitaria de sus medicamentos". Los laboratorios entienden que la nueva regulación "permitirá responder de manera eficaz y efectiva a las demandas de los nuevos canales de comunicación, que requieren de sistemas rápidos y flexibles", aseguran. Para demostar el buen hacer de las compañías, la patronal Anefp ha mostrado el resultado de estas evaluaciones a lo largo de las tres últimas décadas. "A lo largo de los 28 años en los que ha estado vigente el control previo sanitario, la industria farmacéutica ha demostrado su responsabilidad y compromiso con el cumplimiento de la legislación publicitaria. En 2012 el 97,77 por ciento de los proyectos publicitarios fueron aprobados", indican las compañías. Sin embargo, a los farmacéuticos no le convencen estos números y siguen defendiendo que sólo se trata de "necesidades comerciales". Los medicamentos, aseguran, "sólo deben usarse cuando sean necesarios, efectivos y seguros" y, si en su uso, advierten, " influye de forma desmedida la publicidad por encima de otros aspectos (como por ejemplo, la recomendación del profesional sanitario) significa que probablemente el uso de ese medicamento no sea tan necesario y en ese caso podrían surgir problemas de efectividad y seguridad". Por su parte, el Ministerio de Sanidad ha defendido la medida, entre otras razonas, por motivos económicos. "El mantenimiento de este control previo supone una carga administrativa innecesaria para la estructura del Ministerio", según defendió el Partido Popular al presentar la medida en la Comisión de Sanidad del Congreso.