Núñez Feijóo descarta rescatar la compañía con los impuestos de los gallegosPor esas condiciones no pasan. Ni mucho menos. La banca atrapada en Pescanova tiene previsto rechazar esta semana la petición del nuevo presidente de la pesquera, Juan Manuel Urgoiti, de una quita del 75 por ciento y planteará convertir deuda en acciones para entrar en su capital y dar así continuidad a la compañía, según informa Ep. Ésta es la postura que mantendrán las siete entidades que otorgaron el crédito de 56 millones a la firma antes del verano (Sabadell, Bankia, Popular, Caixabank, Novagalicia, BBVA y Banco Santander) y que trasladarán a Urgoiti en la primera reunión que se celebrará entre ambas partes tras su elección como presidente de la firma. "Estos bancos no están por la quita; apuestan, sin excepción, por la capitalización", aseguran las mismas fuentes, que señalan que el resto de la banca acreedora de la compañía no descarta asumir una quita de deuda, frente a la alternativa de capitalizar deuda por la que optarán las siete entidades integrantes del extinguido steering committee, con las que Pescanova acumula una deuda de unos 1.000 millones. "La capitalización de deuda es una apuesta por la continuidad con las expectativas puestas en que se pueda reflotar", aseguran las mismas fuentes, que comparan esta propuesta a la que adoptaron los bancos acreedores en Metrovacesa. Desde la banca acreedora han señalado, no obstante, que la quita de deuda puede reducirse al 70 por ciento si la firma gallega procede a la venta de activos no estratégicos o da entrada a nuevos inversores, entre ellos fondos, en su capital. Tras materializarse una de sus condiciones para sacar adelante a la firma, el cambio del equipo gestor, la banca acreedora ya trabaja en una propuesta de convenio para evitar la liquidación de la firma, que contempla la quita de deuda o la capitalización de deuda. En concreto, el nuevo presidente de Pescanova anunció, tras su designación al frente de la pesquera, que solicitará a la banca una quita del 75 por ciento de su deuda, es decir, que perdone 2.755 millones de euros, una cifra que podría reducirse hasta los 2.571 millones si se aplica una quita del 70 por ciento. Desde el sector financiero señalan que Pescanova aún tiene oxigeno hasta final de año, ya que todavía dispone de 30 millones de los más de 50 millones de euros que la banca inyectó antes del verano, si bien subrayan que la solución pasa por la entrada de "manera inmediata" de un nuevo inversor en su capital o de aquellos bancos que no quieran aplicar la quita y apuesten por convertir deuda en capital. La lista de acreedores de Pescanova se eleva a casi 500, entre los que figuran más de un centenar de entidades financieras, organismos públicos o mixtos, y proveedores, a los que la firma gallega debe un total de 3.640 millones de euros, según se refleja en el informe concursal. Dicha deuda fue consecuencia del intenso plan de inversiones acometido por la firma en seis años. De hecho, la compañía destinó a inversiones un total de 833,83 millones desde 2007, enfocados al negocio de la acuicultura, de los cuales la mitad correspondió al periodo 2007-2010 y la otra mitad a los ejercicios 2011 y 2012, en los que ya estaba en situación de insolvencia. Viabilidad de la pesquera El jefe del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, se mostró ayer confiado en que prospere la quita que ha planteado a los bancos el presidente de Pescanova, Juan Manuel Urgoiti. De la misma forma, el presidente autonómico añadió que no sería "razonable" otro planteamiento distinto a que capitalicen su deuda y exista un plan de viabilidad para la compañía. En una entrevista para La Voz de Galicia, el mandatario autonómico reivindicó la necesidad de esa quita, porque "sin ella no hay empresa, no es viable" y en una conversación con la Radio Galega remarcó que es una "cantidad importante" y la banca ha de decidir. "Ganaron mucho dinero con Pescanova cuando iba bien, ahora tienen que ayudar a Pescanova", dijo Núñez Feijóo, y preguntado por la posibilidad de que la Xunta ayude a este gigante gallego, apeló a la cordura y a "no pensar que esa gran multinacional se puede rescatar con los impuestos de los gallegos". En su opinión, "no está dentro de las propuestas razonables que puede hacer una multinacional a una administración autonómica", expuso.