Quiere pujar por Taittinger para elevar un 20% sus ventas y ganar peso exteriormadrid. Freixenet no quiere más sustos con el cava. Tras el boicot lanzado en gran parte de España a este producto, a raíz de la negociación sobre el Estatuto de Cataluña, la compañía ha decidido entrar con fuerza en el mercado francés. Según ha confirmado el presidente del grupo, Josep Lluis Bonet, Freixenet está dispuesta a entrar en la puja por Taittinger, uno de los más prestigiosos fabricantes de champán del país vecino. La operación rondará los 450 millones de euros y Freixenet tendrá que competir con grupos como LVMH, propietario de Moet & Chandon, además de las firmas de capital riesgo CVC, Apax, 3i, Advent y Barclays Private Equity. Taittinger es propietario, además de la marca del mismo nombre, de la enseña francesa Bouvet-Ladubay y de la bodega californiana Domaine Carneros. Freixenet, que ganaría gran peso internacional y sumaría marcas de prestigio reconocido a su oferta, inició su política de internacionalización en la década de los ochenta, el pasado siglo. Entonces, adquirió ya la bodega de champán Reims Henri Abelé, hasta ahora su única inversión en este mercado. Con Taittinger, la empresa catalana, que facturó el pasado año 518 millones, incrementaría un 20 por ciento su volumen de negocio. La francesa factura 100 millones y tiene 288 hectáreas de viñedos.