La constructora vislumbró la crisis inmobiliaria y se lanzó al exterior a principios de 2007Se afirma con frecuencia que nadie supo ver la crisis, pero Ecisa sí la vio. Esta constructora alicantina de capital familiar no tenía en su agenda salir no ya de España, sino de la Comunidad Valenciana, donde a mediados de la pasada década había trabajo de sobra. Sin embargo, ya en 2006 vislumbró un descenso del negocio, aunque no de la magnitud del que luego se produjo. Gracias a eso, fue una de las primeras constructoras que buscó contratos en otros países, además de las grandes empresas que ya trabajaban fuera, lo que le ha permitido ser en la actualidad una de las medianas empresas del sector mejor situadas. "Para una empresa como nosotros, que trabajábamos los dos tipos de cliente, el público y el privado, al 40-60 por ciento, la previsión de que iba a haber una caída importante en el nivel de proyectos privados nos hizo pensar que teníamos que tomar alguna decisión", explica Enrique Peláez, miembro de la familia propietaria, que es director general de Internacional. La decisión fue salir a otras comunidades autónomas a hacer obra pública para ampliar el rango de acción y empezar a mirar fuera, porque sospechaban que no sería suficiente. La decisión estratégica la tomó en 2006 y el propio Enrique Peláez cogió en marzo de 2007 una maleta que aún no ha soltado. "Nos anticipamos seis u ocho meses, porque en el ámbito de la construcción, en octubre de 2007 es cuando se notó, ya que muchos proyectos que estaban adjudicados, de repente decían que les habían parado la financiación y que ya no lo iban a hacer", explica. Fue un parón en el ámbito privado "brutal", que con los años se produjo también en la obra pública. Primeros éxitos Tras recorrer varios países del Magreb y Oriente Próximo, la empresa empezó a trabajar en Qatar, donde con un socio local creó una filial que ha desarrollado ya diez proyectos, con un presupuesto total del 430 millones de euros. El último, anunciado el pasado viernes, la finalización de tres torres de 23 plantas cada una por 103 millones. La empresa española tiene el 49 por ciento, ya que la ley de Qatar impone que el socio local sea mayoritario para optar a determinadas obras. Después, llegaron Marruecos, Argelia, Abu Dhabi, Portugal, Irlanda, Chile y Ghana, países en los que se ha asentado con filiales de diferente tipología, en función de las leyes y características de cada uno. El último ha sido Ghana, donde el pasado junio anunció la creación de la filial Ecisa West África junto a un socio local, Vanguard, que es el undécimo grupo empresarial del país africano, que centra sus actividades en el sector financiero y de seguros, lo que la permitirá financiar más fácilmente los proyectos. La compañía alicantina cerró 2012 con una cifra de negocio de 143 millones, de los que 97 millones correspondieron a la producción en el ámbito internacional. Es casi un 68 por ciento del total, porcentaje que la empresa cree que va a crecer en los próximos años. Por ello el consejo de administración que preside Manuel Peláez decidió diseñar un plan de negocio 2013-2016 basado en la internacionalización e implantar una nueva estructura organizativa que, sin descuidar el negocio en España, potencie la expansión internacional del grupo. En esta línea, con el objetivo de dar la cobertura necesaria al crecimiento internacional, se modificó la estructura interna con la creación de una gran división internacional encabezada por una Dirección General Internacional, al frente de la cual está Enrique Peláez, e integrada por tres ejecutivos, uno para cada uno de los grandes mercados en los que trabaja actualmente Ecisa: se trata del Área Oriente Medio (Qatar y Abu Dhabi), Área África (Marruecos y Argelia) y Área Hispanoamérica (Chile). La compañía apenas espera aumentar su facturación este año, pero para 2014 prevé una cifra de negocio de 250 millones, al coincidir muchas de las obras que está desarrollando en el extranjero junto a otras que prevé contratar. Aunque Ecisa llegó actuar como promotora en los años del boom inmobiliario, ahora mismo no quiere saber nada de esta actividad, sino centrarse en lo que siempre ha hecho, que es la construcción para terceros, sean del sector privado o del público. Manuel Peláez fundó la empresa en 1968 y la especializó en cimentaciones y estructuras de hormigón armado con el sistema plano reticular, un importante avance técnico de aquella época, que venía a sustituir al de vigas. A principios de los ochenta del siglo pasado, la compañía extendió su actividad a las obras de edificación completa, con una importante presencia en el mercado de la obra pública. Trabajo en España A pesar de que los Peláez no confían en una recuperación a corto y medio plazo de la construcción en España, sea pública o privada, Ecisa continúa buscando contratos y tiene cierta esperanza en que los bancos inviertan en los terrenos y construcciones paralizadas que se han tenido que adjudicar como dación en pago. En la actualidad, está construyendo uno de los proyectos más grandes en el sector privado inmobiliario en España. Se trata de una promoción de una cooperativa formada por 460 viviendas de protección pública en El Cañaveral de Vicálvaro, un nuevo barrio de Madrid que albergará 14.000 viviendas, zonas verdes y distintos equipamientos. La obra cuenta con un presupuesto total de 43 millones. Y mientras en España construye viviendas de protección oficial, en el extranjero se ha especializado en promociones de lujo, tanto de viviendas como de hoteles. Así, en Ghana ya tiene dos proyectos de este tipo. Por un lado, un complejo de viviendas de lujo formado por cuatro torres que albergarán 32 casas en una urbanización con zonas verdes y piscina, entre otras dotaciones. Por otro, un complejo de 14 villas de alto standing -unos 200 metros cuadrados cada una- en una zona residencial de Acra, la capital. En Orán (Argelia), construye 41 viviendas de lujo en el barrio de Canastel y en Doha (Qatar) participa en la construcción de un rascacielos de 45 plantas que albergará un hotel de gran lujo de la cadena Waldorf. En otros países ha empezado con obras de las Administraciones públicas, como es el caso de Marruecos, con un colector de aguas residuales en Casablanca, y Chile, donde realiza la ampliación y rehabilitación del mercado de Osorno y la construcción de un nuevo ayuntamiento en esta misma ciudad.