La aportación al PIB y el empleo sería ahora irrelevante y positiva en 2020, según los expertos La rentabilidad económica de una Olimpiada exige que participen grandes empresas privadasEspaña saldrá de la recesión durante este trimestre, cuando el PIB avanzará hasta el 0,2 por ciento, según avanzó el miércoles el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien prevé una revisión al alza del PIB de 2014 por encima del 0,5 por ciento y que el paro acabe ya este año por debajo del 27 por ciento. Unos pronósticos optimistas que los analistas internacionales empiezan a dar por buenos y que la mayoría de los expertos consultados por elEconomista avalan, relativizando, en cambio, un efecto actual sobre el PIB de la posible concesión a Madrid de la organización de los Juegos Olímpicos. Efecto psicológico transitorio Al margen de la euforia psicológica momentánea, el efecto evanescente en las bolsas y la ganancia lógica de imagen para la capital y el país, la concesión de los Juegos Olímpicos por sí misma no es el salvavidas que sacará a España de la recesión, si bien es evidente que a largo plazo insuflará más confianza en la recuperación. Es decir, efecto irrelevante inmediato, pero positivo en 2020, es el diagnóstico de consenso sobre Madrid 2020. Tampoco en el terreno laboral tendría una gran incidencia inmediata, puesto que las grandes obras ya están hechas y, en todo caso, el empleo que se genere sería temporal y de baja cualificación, lo que no supondría gran alivio en las estadísticas de paro español, donde abundan jóvenes sobrecualificados. Como recuerda José Ignacio Conde-Ruiz, subdirector de Fedea, no hay evidencia de que organizar unos Juegos tenga efectos positivos sobre el crecimiento en el medio plazo, una vez que se consideran también los costes. "Si tuviéramos que tomar la decisión en 1998 antes de empezar las grandes inversiones del Madrid Olímpico, seguramente no sería una buena idea. Pero la decisión hay que tomarla ahora, cuando la mayor parte de la inversión ya está realizada y, por tanto, no es relevante para el análisis. Es lo que llamamos costes hundidos", resume. Es decir, según Conde-Ruiz, lo que no era rentable en 1998 puede ser perfectamente rentable hoy. Por eso, "a falta de un análisis riguroso, creo que Madrid 2020, sin tener en cuenta las inversiones ya realizadas, sería rentable", opina. Para Juan Fernando Robles, profesor del Centro de Estudios Financieros (CEF), el PIB español "bien podría estar en 2014 cerca del 1 por ciento, porque la desconfianza en la capacidad del Estado español ha desaparecido y el turismo y la exportación van muy bien, aunque es cierto que en el futuro las importaciones no se comportarán tan bien". En este contexto, la concesión de los Juegos a Madrid proporcionaría "una ganancia de imagen evidente, de hecho, las Olimpiadas y Eurovegas son talismanes para Madrid. Y si Madrid tira para adelante, España tirará, porque Madrid es el pulmón económico del país". Respecto a la cara negativa de los gastos y deudas que su organización provoca, este experto asegura que "las deudas por los JJOO ya lAs tenemos, con el ayuntamiento endeudadísimo. Y si ya tenemos el pasivo, sólo nos queda recoger el activo, es decir, los réditos de lo invertido. Además, sin duda mejorarán y aumentarán las instalaciones hoteleras y de comunicaciones". En definitiva, colocar a Madrid en el foco mundial sería una de las más rentables consecuencias de organizar los Juegos Olímpicos, con la ventaja añadida de que "si España gana los JJOO, el proyecto de Eurovegas se acelerará, porque la ganancia de imagen sin duda motivará a los gestores de Eurovegas", añade Juan Fernando Robles. Cuestión de imagen La analista de Funcas María Jesús Fernández pone en cuarentena el efecto directo de los Juegos sobre el crecimiento del PIB, que tacha de "poco importante, sobre todo porque es temporal -dura mientras dure la construcción de las infraestructuras y los Juegos-, no permanente. El efecto más importante, pero casi imposible de valorar, es el indirecto, es decir, el que ejerce sobre la imagen de España." Las consecuencias sobre la ya de por sí abultada deuda de Madrid y del Estado son la preocupación que destaca esta experta de Funcas. "Por el lado negativo está el coste de las construcciones y la organización, sobre todo en un contexto de muy preocupante nivel de endeudamiento público y de fuertes recortes en partidas de gasto básicas para nuestro futuro, como la investigación científica". El capítulo de las reformas es clave en el discurso de todos los expertos, no sólo porque de ellas depende la consolidación de la recuperación, sino porque con los deberes hechos "en 2015 pudiéramos crecer a tasas del 1 por ciento del PIB", según augura el profesor de la Complutense Fernando Méndez Ibisate, quien subraya que, con lo hecho hasta el momento, "ya no se necesita crecer sobre el 2 por ciento para crear empleo neto". Este experto llama a evaluar con prudencia los resultados de otros Juegos Olímpicos anteriores. Tiene claro que "no se notará el efecto en los próximos años, la construcción está hecha casi toda, así que en el empleo no incidirá demasiado". Y afirma que "los únicos que salieron bien en términos económicos fueron los de Los Ángeles, porque participaron las grandes empresas privadas, pero cuando los Juegos se organizan y se sufragan a cargo del Estado no salen rentables". Respecto a si compensa o no organizar un evento de tales magnitudes, Méndez Ibisate afirma que "a lo mejor en 2020 España puede permitírselo, pero quizá el Ayuntamiento de Madrid no. Hay que recordar que Madrid acumula una deuda de más de 7.000 millones (el siguiente más endeudado, Barcelona, tiene algo más de 2.000 millones) y que para contener esa deuda se ha subido el IBI, que la mantiene pero no la baja". Los expertos consultados por elEconomista concluyen que el crecimiento firme de la economía española no depende de eventos puntuales como unos Juegos Olímpicos, sino de factores concretos, tanto externos como internos. Entre los primeros: la situación de Oriente Medio, el petróleo y las economías europeas, de cuya marcha depende, por ejemplo, el vigor actual de nuestras exportaciones. Entre los segundos, sin duda, el arranque del motor laboral, la mejoría de la productividad y la reducción del sector público, incluida la eliminación del exceso de burocracia. Rémoras, con o sin Juegos "No se ven aún síntomas de que la economía vaya a empezar a crecer a un ritmo suficientemente alto para crear empleo neto. Antes de que esto ocurra tendremos que ver el crecimiento de la inversión. La inversión es siempre la antesala del crecimiento. Por desgracia, los indicadores de la inversión, como pueden ser el índice de producción industrial, la inversión extranjera directa, el crédito a empresas o la creación de nuevas compañías aún no presentan tasas de crecimiento que nos muevan al optimismo", resume Conde-Ruiz. Y es que existen unas evidentes rémoras que frenan el afianzamiento de la recuperación española, con o sin Juegos Olímpicos. Entre ellas, el paro ocupa un lugar prominente. La secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, dijo el miércoles pasado que el empleo avanzará de forma notable cuando la economía crezca "en torno al 1 por ciento". La cuestión es cuándo se alcanzará ese nivel, sobre todo con España sometida a la presión de reducir el déficit al 6,5 por ciento este año, y contando con que, entre enero y julio pasados, el desfase del Estado llegó al 4,38 por ciento del PIB, superando el 3,8 de todo el año. Otra rémora es el lento crecimiento del PIB al salir de la recesión. En este sentido, el FMI no espera un crecimiento mayor del 1 por ciento antes de 2018; Bloomberg le augura el 1,33 por ciento en esa fecha, y Moody's vaticina que no habrá crecimiento sostenible hasta 2016. Preocupa además el consumo privado, que seguirá bajo por los modestos salarios y el alto paro. Y está, en fin, la baja recaudación tributaria: España es uno de los países que menos IRPF ingresa de la UE-27, según el Instituto de Estudios Económicos (IEE). Con el 10,1 por ciento de su PIB, sólo va por detrás de Portugal y los diez miembros más recientes de la UE. Las cifras del sueño 2020 Según el estudio de impacto económico elaborado por consultores de PwC, la aportación al PIB de la eventual celebración de los Juegos Olímpicos en Madrid ascendería a más de 3.500 millones, impulsada por el gasto turístico de los más de 800.000 visitantes previstos. Además, se crearían 75.000 empleos, la recaudación subiría en más de 1.100 millones y se atraerían 600 millones de inversión extranjera, amén de equivaler el despliegue olímpico a una campaña publicitaria de 765 millones de euros.