No hubo ni una referencia ante los accionistas mientras Alierta confirmaba en Viena que tienen dos compradoresmadrid. La última oportunidad de contarle a los accionistas de Telefónica Publicidad e Información (TPI Páginas Amarillas) qué va a pasar con su inversión. La última oportunidad de los accionistas de TPI para preguntar qué pueden esperar que se les ofrezca en el proceso de venta de la compañía. Y se dejó pasar como si la de este sábado fuese una junta general más. "Me gustaría compartir con ustedes una breve reflexión sobre nuestra visión del futuro", comentó desde el atril el presidente ejecutivo de TPI Páginas Amarillas, Javier Aguilera. "Una visión que pasa por hacer de TPI una compañía más sostenible, más sólida y más rentable, con una clara vocación de seguir siendo líderes en el mercado de la publicidad y de los servicios de información", añadió. ¿Más rentable para quién? Salvo sorpresa de última hora, antes de tres meses los accionistas de TPI serán otros y todos estos parámetros dependerán de cómo quieran esos accionistas que se gestione la compañía. En septiembre, TPI dejará de cotizar en bolsa. Al menos ésa sería la consecuencia normal de la opa de exclusión que lance, tras pactar con Telefónica, uno de los dos grupos que se mantienen interesados en comprar TPI, según reconoció el presidente de Telefónica, César Alierta, este fin de semana en Viena: la británica Yell y los fondos de capital riesgo Apax y Cinven. Telefónica siempre se ha reservado la posibilidad de no vender si el precio no cubría sus expectativas. Pero fuentes del sector apuntan a que uno de los potenciales compradores podría llegar a acercarse a los 9,5 euros que quiere Telefónica, pese a existir cierto consenso en el sector sobre que ese precio estaría sobrevalorando la compañía. La prima sobre el cierre del viernes (9,10 euros) sería del 4,4 por ciento.Siete díasEn el Informe Anual que se entregó el sábado a los accionistas, no se incluye entre los "hechos significativos posteriores al cierre del ejercicio 2005" referencia alguna a la comunicación por parte de Telefónica el 28 de febrero de 2006 de su intención de explorar alternativas estratégicas para TPI "incluyendo la desinversión (venta)". Es absolutamente correcto pero no deja de ser llamativo que el informe de auditoría de TPI esté firmado el 21 de febrero, sólo siete días antes de esa comunicación.Pero si la actitud de la compañía cotizada sorprende, casi sorprende más la de los accionistas presentes en la junta. Según la memoria de TPI, la Oficina del Accionista del grupo recibió en 2005 "un total de 4.176 consultas" destinadas a dar respuesta a "las cuestiones, dudas y necesidades de información sobre la compañía". A comienzos de marzo de 2005, último dato oficial que facilitan, los accionistas minoristas nacionales atesoraban el 13,2 por ciento de las acciones. Los accionistas representados en la junta del sábado superaban los 4.000, y sin embargo, nadie sintió la necesidad de preguntar nada. La web de TPI tampoco se puede decir que sirva esta vez de gran orientación para el inversor. En el apartado de "consenso de los analistas" se logra un fantástico equilibrio de opiniones y se da el 33 por ciento a mantener, otro 33 por ciento a comprar y desequilibra la balanza levemente el 34 por ciento que recomienda vender.Sin respuestas se quedaron también los empleados de TPI (un nutrido grupo) que se acercaron al Auditorio Antonio Vicente Mosquete del Complejo Deportivo y Cultural de la ONCE.