El beneficio en España se triplica, pero con los ingresos caen un 15% Los bancos españoles frenan el deterioro de su rentabilidad, aunque más apoyados en el alivio de provisiones y plusvalías por venta de activos y en títulos de deuda que por la actividad. En marzo remontaron las pérdidas de 2012 y reportaron 1.348 millones en ganancias. En junio, el resultado se elevó a 3.095 millones en España, una cifra que más que triplica los 729 millones conseguidos en la primera parte de 2012. Solo esa evolución implica que su rentabilidad, medida sobre el tamaño del balance, escaló desde un testimonial 0,09 por ciento en junio del pasado año al 0,40 por ciento actual (en marzo era del 0,34 por ciento), según la Asociación Española de Banca (AEB). Si se incluyen los negocios internacionales de los grandes grupos, el beneficio aumenta el 67,3 por ciento, se sitúa en 5.310 millones y supone un 0,44 por ciento de rentabilidad en proporción al volumen de activos totales medios. La ausencia de negocio, el gravoso saneamiento del ladrillo y la guerra del pasivo son los principales responsables del deterioro. La mejora actual aún no tiene gran respaldo en el negocio típico. El margen de intermediación, que mide el resultado de dar créditos y retribuir depósitos, cae un 15,6 por ciento en España y el 10,7 en las cuentas que incluyen la operativa en todos los países. La AEB lo explica en la menor demanda de crédito y los bajos tipos de interés. La captación de depósitos de clientes creció un 4,6 por ciento y el crédito cayó el 7,8 por ciento, con la morosidad aupada en el 7,3 por ciento. Gran parte de la mejora de las cuentas se explica en dos rúbricas extraordinarias: la carga de provisiones menguó en 4.145 millones a nivel grupo y destinaron 12.382 millones -6.261 millones es factura exclusiva en España-, en comparación con un año 2012 especialmente gravoso por las requisitos regulatorios nuevos. Por otro lado, sumaron 4.054 millones o un 34 por ciento más en plusvalías por la compra venta de activos y deuda.