E.ON inauguró ayer una unidad de power-to-gas (P2G) en Falkenhagen, al este de Alemania. Se trata de una planta que utiliza energía eólica para hacer funcionar el equipo de electrólisis que transforma agua en hidrógeno, que a su vez es inyectado en la red de distribución de gas de la región. De esta forma, el hidrógeno pasa a formar parte del mix del gas natural y puede ser utilizado para una gran variedad de aplicaciones, incluyendo calefacción, procesos industriales, movilidad y la generación de energía. La unidad, que tiene una capacidad de dos megavatios, puede producir 360 metros cúbicos de hidrógeno por hora. "Este proyecto hace de E.ON una de las primeras compañías en demostrar que los excedentes de energía pueden ser almacenados en los gasoductos para ayudar a equilibrar el suministro y la demanda energética", ha comentado el Dr. Ingo Luge, consejero delegado de E.ON Alemania. "Esta forma de almacenamiento nos permitirá aprovechar en mayor medida la energía eólica".