El bróker se entregó a la policía y ha solicitado no ser extraditado a EEUU El exempleado español de JP Morgan buscado por la Interpol acusado de provocar un agujero de 6.000 millones de dólares (4.600 millones de euros) al banco realizó ayer un viaje de ida y vuelta en los tribunales. Persuadido por la policía, Javier Martín-Artajo, se entregaba por la mañana en una comisaría madrileña. Horas después, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz decretaba su puesta en libertad con la prohibición de salir de España y la obligación de presentarse en el juzgado cada 15 días. Las autoridades estadounidenses ordenaron hace dos semanas su detención por conspiración para falsear las cuentas, cometer fraude y falsificación datos que provocaron las millonarias pérdidas al banco americano. El acusado solicitó la no extradición a Estados Unidos, negó los hechos que se le imputan y aportó documentación sobre sus propiedades en España para acreditar su arraigo aquí y alejar el temor a un supuesto riesgo de fuga. Papeles contra el acusador Con otro documento enseñó al juez la vinculación con Bruno Iksil, su exsubordinado en JP Morgan que le incrimina. Entregó la fotocopia con la comparecencia de Iksil ante el fiscal estadounidense en la que colaboraba con la Justicia e implicaba a Martín-Artajo, informó Europa Press. Iskil, bautizado como la ballena de Londres, saltó a la luz pública el pasado año como el imprudente broker que provocó los monstruosos quebrantos a JP Morgan en 2012 con operaciones arriesgadas en exceso y maquilladas a la organización. Debe su apodo, a las gigantescas posiciones que tomaba en el mercado de derivados. El operador logró que las autoridades de Washington retiraran los cargos y garantizarse la inmunidad, a cambio de levantar las alfombras. Involucró a su superior Martín-Artajo, entonces responsable de la Oficina de Inversión de JP Morgan en Londres, y a Julien Grout, un francés subordinado de Iksil. Los tres se encargaban de negociar los contratos de derivados y, excluido Iksil por colaborar, las culpas se giraron hacia el español y el francés. Caso en la Audiencia Nacional Estados Unidos, país con el que España tiene suscrito un convenio de extradición, dispone de 40 días para presentar su demanda extradicional a contar desde la detención voluntaria de ayer. El juez preguntará después en una vista al acusado si quiere ser extraditado. Su nueva negativa podría activar su juicio en la Audiencia Nacional. Si el tribunal decidiese aceptar la solicitud de Estados Unidos, el Gobierno podría denegarla por acuerdo del Consejo de Ministros, según Reuters. El tribunal neoyorkino acusa a ambos de conspirar y acordar realizar actos que vulneran las leyes estadounidense, "al menos, entre marzo y mayo de 2012". Entre ellos, incluye la falsificación de registros ante el supervisor de la bolsa (Sec, por sus siglas en inglés). La Fiscalía Federal y el FBI les atribuyen maquillar el precio de los derivados con los que especulaban para ocultar pérdidas y equilibrar riesgos de otras carteras. Su operativa reportó jugosas ganancias en 2009 y 2010: 1.400 millones de dólares, que tuvieron su recompensa con altos bonus. Luego la estrategia se desmoronó y ocasionó los quebrantos, según las autoridades.