Los índices europeos también se suman a la tendencia negativa que imperaba en Wall Street El Ibex 35 cierra la sesión como el peor selectivo del Viejo Continente al ceder cerca de un 3%La incertidumbre que planea sobre la situación de Siria se vuelve cada vez más preocupante -la guerra civil en el país estalló el 20 de marzo de 2011-, ya que la confirmación por parte de John Kerry, secretario de Estado de Estados Unidos, de que sí se produjo el supuesto ataque con armas químicas que tuvo lugar la semana pasada en el país, ha desatado el pánico. La posible intervención internacional -Estados Unidos está barajando un ataque militar contra Siria de alcance y duración limitados- podría desatar el caos en Oriente Medio, lo que tendría un fuerte impacto en el precio del petróleo y podría poner trabas a la pequeña mejora que está experimentando la economía. De hecho, ayer los inversores ya demostraron su temor llevando a los índices europeos a ceder más de un 2 por ciento, lo que convirtió en pérdidas las ganancias que acumulaban en verano -a excepión del Ftse Mib italiano-. Y es que este contexto ha marcado la recta final del mes de agosto en las principales bolsas del mundo. Llegada la hora de hacer balance de cara a la vuelta al trabajo, las primeras conclusiones cambian la fotografía que suelen arrojar los selectivos en el año, ya que en el último mes los ganadores son los mercados emergentes, mientras que Europa registra tímidos descensos y Estados Unidos se erige como el claro perdedor al teñir su balance mensual con números rojos, lastrado principalmente por las últimas sesiones. En este sentido, al conflicto siriro se suma la sombra de la retirada de estímulos por parte de la Reserva Federal que ha deteriorado la evolución de los principales selectivos estadounidenses en el último mes. Aunque la institución que todavía preside Ben Bernanke no ha dejado claro cuándo comenzará a retirar el QE3 (Quantitative Easing, en inglés), el próximo dato de empleo del mes de agosto que se publicará el 6 de septiembre cobra especial relevancia, ya que si se mantiene el ritmo actual de creación de puestos de trabajo la Fed podría empezar a reducir la compra de activos el mes que viene -el 17 y 18 de septiembre se celebra la próxima reunión de la Fed-. A esto hay que añadir los asuntos pendientes que trae de la mano septiembre, como las elecciones alemanas del día 22 o el posible tercer rescate griego. Un agosto marcado por el rojo A pesar de la volatilidad y bajo volumen que caracteriza al mes de agosto en bolsa, la renta variable estaba protagonizando un rally alcista que comenzó en julio, pero que los diferentes focos de tensión (Siria, Italia, Grecia...) se han encargado de desinflar. En este punto, si bien es cierto que el Ibex 35 consiguió marcar máximos anuales el pasado 16 de agosto en los 8.821,3 puntos, las caídas de las últimas sesiones han mermado su avance en el último mes y retrocede un 0,5 por ciento. En este sentido, la preocupante situación por la que atraviesa Siria llevó ayer al principal selectivo español a ceder un 2,96 por ciento, hasta los 8.394 puntos, un 5,1 por ciento por debajo de su nivel más alto en el año, lo que le situó como el índice más bajista de Europa -se trata de su peor desempeño diario desde el pasado 20 de junio-. Una caída reforzada por el fuerte volumen de negociación. Ayer se movieron 2.427 millones de euros, frente a la media de agosto que ronda los 1.600 millones. Aunque ninguna compañía despidió la sesión en positivo, la peor parte se la llevó el sector bancario, precisamente el que más ha tirado del selectivo español en agosto y uno de los más vinculados al ciclo económico. Banco Popular lideró los descensos con una caída cercana al 7,7 por ciento, seguido de Banco Sabadell y Bankinter, que retrocedieron un 6,4 y un 5,9 por ciento, respectivamente. Con el fin del presente mes también se acerca la cita clave de las entidades españolas: el 30 de septiembre. Se trata de la fecha límite en que los bancos deben cuantificar el impacto que tiene en sus cuentas la reclasificación de sus créditos. Por su parte, otro de los sectores más afectados fue el de las aerolíneas como consecuencia del repunte del crudo -ver información adjunta-. Buena muestra de ello fue IAG, que se desplomó un 5 por ciento. Esta jornada que vivió el mercado español no fue aislada, ya que el malestar se contagió a las principales plazas europeas, que tampoco lograron registrar cifras positivas en la sesión. Tras el Ibex 35 el peor selectivo fue el EuroStoxx 50, que cedió un 2,56 por ciento. Al igual que en el caso español, los que más sufrieron el ataque de las ventas fueron los bancos, que descendieron entre el 4,7 por ciento de Société Générale y el 3,5 por ciento que retrocedió BNP Paribas. Siguiendo al índice de referencia en Europa se situaron el francés Cac 40 y el Ftse Mib italiano con descensos del 2,42 y del 2,31 por ciento, en cada caso, mientras que el alemán Dax perdió un 2,28 por ciento. El desenlace de la sesión de ayer también ha motivado que el balance mensual de las bolsas del Viejo Continente esté marcado por el rojo sumándose así a la tendencia que imperaba en Wall Street. Aunque la mayoría de las caídas no supera el 0,7 por ciento, el británico Ftse 100 no ha podido evitar ser el líder indiscutible al bajar un 2,7 por ciento -ver gráfico-. Del mismo modo, al otro lado del Atlántico tanto el Dow Jones como el S&P 500 han retrocedido en el último mes. En el caso del índice industrial la caída supera el 4 por ciento, mientras que el S&P 500 replica este comportamiento con un descenso superior al 2,5 por ciento -ayer caían a media sesión alrededor de un 0,8 por ciento-. En el caso del tecnológico Nasdaq 100, la bajada se ha moderado hasta el 0,2 por ciento en lo que va de agosto. Algunos emergentes respiran Contra todo pronóstico, los que menos han sufrido las últimas tensiones en los mercados han sido algunos emergentes. De hecho, el brasileño Bovespa sube desde principios de agosto más de un 5 por ciento, mientras que el chino CSI 300 lo hace en más de un 6 por ciento. "Las fuertes subidas que hemos visto en julio en Europa y Wall Street han dado lugar a una corrección que se ha acentuado por la posible retirada de estímulos en EEUU y las tensiones en Siria. A los mercados emergentes esto les afecta pero el impacto no es tan a corto plazo y se han podido mantener más al margen de esto", señala Soledad Pellón, analista de IG.