El 24,9% de las divisiones de transporte de personas y mercancías saldrán a bolsa este añoberlín. Tras dos años de discusión, el gobierno alemán ha puesto la primera piedra para la privatización de la última gran empresa estatal germana, la red de ferrocarriles, Deutsche Bahn. El partido democristiano de la canciller Ángela Merkel ha aceptado el proyecto de sus socios de coalición, los socialdemócratas del SPD, que prevé la salida a bolsa del 24,9 por ciento de las áreas de transporte de personas y mercancías. Se trata de una privatización un tanto descafeinada ya que el porcentaje que se pondrá a la venta no alcanza siquiera la cuarta parte del valor total de la empresa. Además, tanto la infraestructura viaria como las estaciones de tren quedaran en manos del estado, que seguirá siendo el accionista mayoritario de la "renfe germana". Esta solución no ha sido del agrado del presidente de Deutsche Bahn, Hartmut Mehdorn, que siempre ha defendido una salida a bolsa que integrase la infraestructura ferroviaria.