Demana la alianza porque supondría billetes más caros y menos oferta y serviciosEl Departamento de Justicia de EEUU ha decidido bloquear el proceso de fusión entre US Airways y American Airlines (AA) y ha presentado una demanda civil antimonopolio por considerar que la unión de las dos aerolíneas estadounidenses podría presentar problemas de competencia. En una declaración oficial, señala que la fusión, que daría lugar a la mayor aerolínea del mundo, valorada en 11.000 millones de dólares (8.297 millones de euros), reduciría la competencia para el transporte aéreo comercial en los mercados locales en los EE.UU. y como consecuencia el pago de "tarifas más altas" por parte de los pasajeros con menos servicios. Según el Departamento de Justicia, "si esta fusión sale adelante, incluso un pequeño incremento en los billetes, la facturación de maletas o las tasas por cambios se traduciría en un daño de cientos de millones de dólares para los consumidores estadounidenses. Ambas aerolíneas han declarado que pueden tener éxito de forma independiente y los consumidores se merecen el beneficio de que se mantenga la competencia" Esta negativa en EEUU contrasta con lo sucedido la semana pasada, cuando la Comisión Europea (CE) autorizó con condiciones la fusión entre las aerolíneas estadounidenses al concluir que los compromisos asumidos por las partes protegen la libre competencia en el espacio económico europeo. Nacimiento de un gigante En febrero de este año AMR, la matriz de American Airlines --en suspensión de pagos desde noviembre de 2011-- y US Airways anunciaron un plan para fusionar ambas compañías. Los accionistas de US Airways aprobaron el pasado 17 de julio la propuesta del consejo de administración para su fusión con AA, con el 99 por ciento de los votos emitidos. De hacerse efectiva la fusión, la nueva compañía superaría a United Continental y Delta Airlines. El acuerdo contemplaría un trasvase de acciones en base al plan de reestructuración de AA, que sacaría a la compañía de la protección de bancarrota a la que está sometida. Los acreedores de AA se harían con cerca del 72 por ciento de las acciones de la compañía resultante, mientras que los accionistas de US Airways obtendrían el 28 por ciento restante. La compañía resultante mantendría el nombre de American Airlines y su sede en Fort Worth (Texas), con una plantilla de 94.000 empleados, una flota de 950 aviones, y operaría unos 6.500 vuelos diarios, con una facturación de casi 39.000 millones de dólares (29.421 millones de euros).