El mercado cuestiona la caída de ingresos pese al alza de los beneficios HSBC estudia fórmulas para esquivar la normativa comunitaria de limitación de bonus. El gigante británico teme las consecuencias que las restricciones de Bruselas tendrán sobre su capacidad de reclutamiento en los mercados americanos y, sobre todo, en los asiáticos, donde el banco ha volcado sus esfuerzos estratégicos. Por ello, analiza métodos para minimizar el impacto de unas normas que, a partir del próximo año, impedirán que las primas extraordinarias superen el doble del salario. Entre las opciones al alcance del banco figura la de incrementar el sueldo de sus ejecutivos, con el objetivo de que el montante final, una vez los límites estén en vigor, no difiera de las cantidades astronómicas que, hinchadas a golpe de bonus, reciben actualmente. El movimiento tiene sentido en un contexto en el que el 80 por ciento de las ganancias de HSBC proceden de fuera de Europa. La entidad presentó ayer los resultados del primer semestre, que muestran un aumento de un 10 por ciento de los beneficios, hasta 9.200 millones de libras, pese a que los ingresos cayeron un 7 por ciento. Se trata de una asimetría aparente producida por la reestructuración de su negocio y la reducción de los costes operativos. La venta de actividades secundarias y el descenso de deudas tóxicas han sido clave en el éxito de una entidad en proceso de transformación hacia un perfil con Asia como vocación de referencia. Las aspiraciones de consolidarse en las plazas emergentes ha llevado a HSBC a una profunda reorganización que implica deshacerse de activos y reducir, o redireccionar, su plantilla. Sólo desde principios de año, el banco ha cerrado 54 negocios y en mayo, el volumen de empleos que había eliminado ascendía ya a 46.000. Los resultados no colmaron las expectativas de los mercados, donde sorprendió el descenso de ingresos, lo que motivó la caída de los títulos de HSBC en bolsa hasta un 3 por ciento.