El grupo francés Renault cierra el primer semestre de 2013 con un beneficio neto de 39 millones de euros, un 94,69 por ciento menos que en el periodo precedente, con lo que ha dejado de ingresar un total de 707 millones. Pese a que el margen operativo ha sido superior al del periodo anterior, Renault ha tenido que afrontar cargas extraordinarias que han provocado que su beneficio neto se desplomase. La cifra de negocio se resiente levemente, cayendo un 0,9 por ciento en comparación al periodo anterior, colocándose en 20.441 millones de euros. Su margen operativo crece un 12,87 por ciento, pasando de los 508 hasta los 583 millones de euros. Las cargas extra han supuesto gastos de hasta 832 millones de euros, de los cuáles, 512 millones fueron destinados a cubrir todas las operaciones del grupo en Irán. Otros 173 millones fueron destinados a la reestructuración de la compañía en Francia, sede social de la multinacional. A estas pérdidas hay que sumarles el coste de la quiebra de sus socios israelíes en la concepción del vehículo eléctrico Better Place, que supuso el gasto de otros 227 millones de euros. Ni siquiera la contribución económica realizada por sus compañías asociadas, por valor de 749 millones de euros, un 17,36 por ciento superior al año pasado, consiguen salvar la situación. Tampoco lo ha hecho los beneficios obtenidos por la participación del 44,4 por ciento de la empresa en la firma japonesa Nissan, de la que obtuvo 766 millones, un 27,81 por ciento más que en 2011.