El presidente de Repsol encabeza los contactos para alcanzar un consenso, que se rehúsa oficialmente en el PPMADRID. El presidente de Repsol, Antonio Brufau, respalda la búsqueda de una solución pactada a la actual opa presentada por Gas Natural sobre Endesa. El presidente de Repsol fue el encargado de diseñar la opa y ahora está también al frente de los posibles contactos políticos y empresariales para encontrar una solución pactada. De esta manera, los papeles estarían repartidos en el seno de La Caixa. Mientras que su director general, Isidro Fainé, ha sido el encargado de insistir ante el presidente del PP, Mariano Rajoy, de que es necesario alcanzar un compromiso que satisfaga a todas las partes, Brufau se trabajó el flanco socialista. Como adelantó elEconomista el martes pasado, el no del gobierno fue rotundo en un principio. "Esta postura fue cambiando hasta obtener el visto bueno completo de Moncloa, incluido el de su presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero", se comenta en el entorno del presidente de la petrolera.No obstante, se insiste que, en contra de lo que ha publicado la Prensa, existe una unanimidad de criterio a la hora de actuar entre Antonio Brufau e Isidro Fainé, así como con el presidente de La Caixa, Ricardo Fornesa. "Siempre la existido, como no podía ser de otra manera, acuerdo. Cuando se decidió lanzar la opa y ahora".Oposición del PPEn estos momentos, el mayor obstáculo está en el PP. En el seno del partido de la oposición las voces son divergentes. Una corriente es partidaria de un acuerdo. Pero Oficialmente, el partido de la oposición señala que "jamás se apoyará un acuerdo que viole la competencia", en referencia al dictamen contra la opa del Tribunal de Defensa de la Competencia. Ayer mismo, su portavoz parlamentario, Vicente Martínez-Pujalte, lo rechazó."Una posición diferente a ésta sería una contradicción para el partido", señalan en el PP. Desde sus filas se criticó duramente que el Ejecutivo aprobara la opa, pese a la oposición del Tribunal. Las mismas fuentes recuerdan que el PP es "un partido liberal" y, por tanto, se opuso a las medidas posteriores tomadas desde el Ejecutivo para ampliar las competencias de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), al objeto de parar los pies a la alemana E.ON.Sin embargo, también admiten que internamente no gusta que la mayor eléctrica española caiga en manos alemanas. Esta contradicción interna es lo que ha abierto las puertas del diálogo. La actitud de sus dirigentes será la de esperar a ver qué pasa.Los problemas mayores surgen del lado empresarial. En el bando de La Caixa se apoya abiertamente un compromiso, pero en Endesa se ve con mucha mayor dificultad. Los contactos hasta ahora se han producido entre terceras partes. Es decir, entre personas que hablan en representación de los primeros espadas.El presidente de Endesa, Manuel Pizarro, es conocedor de los contactos. Pero tiene claro que no se sentará a negociar con Gas Natural, hasta que no retire la opa que presentó hace unos meses. Esta es la condición esencial, para empezar a hablar con Pizarro. Por eso, desde la eléctrica, la posible solución dialogada se ve con escepticismo, aunque no se quiera cerrar la puerta al acuerdo. Y luego, viene el tercer interlocutor: la alemana E.ON, que tiene planteada una opa alternativa a la de Gas Natural.E.ON, abierta al pactoCualquier solución debe pasar por un acuerdo que contente también a la eléctrica germana. De todas maneras, el esquema pasa por lograr primero un consenso entre las dos empresas españolas, y luego dialogar con la alemana. La cuestión es ¿qué opina E.ON de todo esto? Su presidente, Bernotat, ya sugirió en una reciente entrevista con la prensa española que estaba abierto a estudiar cualquier situación. Pero es que aún hay más. Fuentes próximas a la eléctrica germana confirmaron a este periódico, que todos los posibles dibujos están abiertos. Eso sí, en E.ON se desconoce la existencia de contactos de algún tipo entre empresas o políticos españoles y se insiste que, cualquier solución, debe someterse a las reglas del mercado. Los germanos han ofrecido 27,5 euros por título, mucho más que Gas Natural, y están dispuestos a subir el precio si es necesario. Aún es pronto, para poder adivinar el futuro.