S e cumplen seis meses del pacto entre Artur Mas y Oriol Junqueras para conseguir que se reconozca la soberanía de Cataluña y el guión acordado se está siguiendo al pie de la letra. ERC está dando cobertura parlamentaria a CiU, lo que le permite no perder votaciones. El president, que podría estar agobiado por las consecuencias del juicio sobre el Caso Palau de la Música, se siente seguro gracias al apoyo del jefe de la oposición (Junqueras). Incluso su comparecencia parlamentaria del próximo día 31 de julio para dar explicaciones de las relaciones entre Convergència y el confeso timador Félix Millet no le supondrá a Mas un obstáculo insalvable gracias al apoyo de los republicanos. Como reconocía Josep Antoni Duran i Lleida, ERC les ha ganado la batalla de las ideas. Si hace un año la mayoría de catalanes apostaba por un Pacto Fiscal entre Cataluña y el Estado, ahora la idea que centra el debate político en Cataluña es la independencia. Por eso ERC gana votos y desbanca a CiU en las encuestas electorales A la vuelta del verano, nos espera el 11 de septiembre, la Diada. Una nueva manifestación masiva (con nuevos bailes de cifras entre el millón y las 100.000 personas) y una cadena humana de catalanes independentistas que unirán sus manos desde la frontera francesa a los límites de la Comunidad Valenciana. 350 kilómetros para lo que harán falta las manos de unas 230.000 personas. Ambos actos volverán a llenar de gasolina el depósito de los independentistas, que en otoño verán como CiU, ERC, ICV, la CUP y, muy probablemente, el PSC aprobarán la ley de Consultas catalana, que ya se está tramitando por la vía de urgencia y que servirá para celebrar la consulta sobre la independencia sin el permiso del Gobierno en 2014. Paradójicamente, el guión puede tener un fallo que los guionistas no llegaron a imaginarse: la dimisión del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por el caso Bárcenas. La narración independentista de Junqueras y Mas está diseñada contra el PP y unas elecciones generales quebraría un relato que ha logrado cuajar entre los catalanes.