O nce son las empresas que conforman el consorcio español que se ha presentado al concurso convocado por las autoridades brasileñas para la construcción de una línea de alta velocidad ferroviaria entre Río de Janeiro y Sao Paulo, de 511 kilómetros de longitud y un movimiento de más de 40 millones de viajeros al año, aproximadamente un 20 por ciento de la población de ese país, y un corredor que acumula el 33 por ciento del PIB brasileño. Un concurso de dos fases, dotado en la primera de 2.450 millones de euros, a la que optan estas empresas españolas por ser la que incluye la operación y la tecnología de trenes y sistemas, y con 11.200 la segunda. Y aunque solamente se haya presentado el grupo a la actuación de menor cuantía, dado que la otra está reservada prácticamente de forma única para las constructoras brasileñas, considerando los tiempos económicos que corren, se trataría, de conseguirlo, de un auténtico tesoro. Las sociedades que forman este consorcio son: tres públicas, Renfe, Adir e Ineco; cinco privadas españolas, Cobra (ACS), Inabensa (Abengoa), Elecnor, Indra y Talgo; y tres multinacionales, aunque representadas por sus filiales en España, Thales, Dimetronic (Siemens) y Bombardier. Cada una de ellas forma parte del consorcio para contribuir con su mayor carga tecnológica al mismo, repitiendo, algunas, el buen hacer que desarrollaron en el concurso obtenido del Ave a la Meca, conocido como el Tren de los Peregrinos. El material rodante corre a cargo del fabricante Talgo, que presenta la versión mejorada de su modelo T 350, conocido popularmente como Pato, aunque considerando que el inicio del funcionamiento de la línea será en el 2016, se especula con la posibilidad de entregar el nuevo desarrollo de esta empresa, el Avril. Un tren revolucionario, por ser capaz de configurarse como versión low cost y distribuir dentro de un mayor espacio interior cinco filas más de asientos, para transportar cerca de 730 pasajeros, a una velocidad de 350 kilómetros por hora, y con una reducción de hasta un 30 por ciento de su peso, con lo que eso significa de ahorro energético. Renfe y Adif forman, junto con Ineco, la participación pública apoyada por el Ministerio de Fomento, ofreciendo su conocimiento y experiencia tanto en la explotación de la infraestructura como en la operación del material rodante, en los dos primeros casos, así como en labores de ingeniería y consultoría, por parte de la tercera Renfe tiene que aportar su experiencia como operadora de los más de 3.000 kilómetros de vía de alta velocidad que hay actualmente en España, y de los diferentes trenes que por ellas transitan con velocidades superiores a los 300 kilómetros por hora; mientras que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), actuará como integrador de sistemas del proyecto con mantenimiento de las infraestructuras y la gestión del tráfico. La señalización ferroviaria y de telecomunicaciones, está representada por cuatro empresas, tres de ella representantes en España de multinacionales del sector, como son Bombardier, Thales y Dimetronic (comprada recientemente por Siemens), e Indra. Curiosidad Resulta muy curioso que Dimetronic, empresa especializada en señalización y telecomunicaciones, y recientemente adquirida por Siemens, acuda a este concurso, independientemente de que la firma madre pueda ir con otro de los ocho grupos que han presentado su oferta y que serán aceptados o excluidos cuando se abran las plicas el próximo 16 de agosto. El consejero delegado del sector de Infraestructuras y Ciudades de Siemens, Roland Brusch, ha manifestado recientemente que la unión con el consorcio español a través de la sociedad filial española se debe a que lo considera como "el más competitivo que hay en el mercado". Por su parte, Bombardier España no sólo va a colaborar con su know how a la parte de señalización y telecomunicaciones del proyecto, sino que incluso podría llegar a facilitar sus máquinas a Talgo, como ya ha hecho otras veces. Su presidente en España, Alvaro Rengifo, se muestra confiado en obtener en contrato de la alta velocidad ferroviaria, y recuerda la importante presencia que ya tiene la firma canadiense en Brasil, en el metro de Sao Paulo y el sistema de monorraíl de la misma ciudad. Indra es la encargada de implementar, junto a las otras ya mencionadas, el sistema de telecomunicaciones que permita unificar en una sola red, voz, datos, billetaje e información al pasajero, con los sistemas necesarios de expedición y puntos de venta automáticos y manuales de billetes, y las maquinarias encargadas de accionar las puertas de los controles de acceso. Así como de la operatividad de los centros de operación y control, que pueden estar dotados con la plataforma integral DaVinci, desarrollada conjuntamente por Indra y Adif, que ya ha sido implantada en todas las líneas de alta velocidad españolas. En lo que respecta a una de las partes fundamentales de esta línea de alta velocidad, la superestructura del proyecto, incluyendo la catenaria y la electrificación de la vía, encontramos a tres empresas que ya han demostrado su saber hacer en otros proyectos de envergadura como en el último gran concurso ganado por un consorcio español: el AVE de Medina a la Meca, en el caso de dos de ellas; Cobra, perteneciente a la sociedad ACS; e Inabensa, de Abengoa; y con experiencia en otras obras ferroviarias la tercera pata energética del grupo, Elecnor. Cobra, integrante de ACS, es una referencia en el sector ferroviario, y presenta una garantía en las labores de sistemas de suministro eléctrico a lo largo de la vía. Por ejemplo en el caso del tren de alta velocidad en Arabia, esta empresa, entre otras contribuciones al proyecto, es la encargada del suministro e instalación del equipamiento para media y baja tensión, destinada a alimentar la señalización, los sistemas de protección al tren, telcomunicaciones… Inabensa, que pertenece al grupo Abengoa, está especializada en el suministro e instalación de los equipamientos de alta tensión (SSEE), para el funcionamiento de las subestaciones eléctricas de tracción y centros de autotransformación con una tensión de 25 kv a 60 hz, tal y como está trabajando en el Ave a la Meca . Cuenta con diferentes actuaciones en Latinoamérica, en especial en Costa Rica, Nicaragua, México, Panamá, Guatemala y el propio Brasil. Y cierra este grupo de empresas especializadas en la energía, Elecnor. Integrante, por lo tanto, de los trabajos que incluyen el desarrollo de las subestaciones, de las líneas de alta tensión y de la línea aérea de contacto (catenaria), como las otras dos ya mencionadas, pero además también se va a encargar de las alimentaciones a los sistemas de señalización y telecomunicaciones, actuando a través de la experiencia aportada en los proyectos de alta velocidad ferroviaria ejecutados en España.