tikCode reembolsa una parte del importe de las compras o la dona a asociacionesMe compro algo en alguna de las tiendas de un centro comercial online. Pago, me pasan la factura, me cuelgo mi bolso, por ejemplo, y a otra cosa. Pero eso es porque no es el centro comercial que me ofrece la web tikCode. Aquí, el círculo se cierra más tarde. La tienda elegida en cuestión ha pagado una comisión a tikCode gracias a mi compra y ellos... ¡la comparten conmigo! "El cliente que pasa por tikCode recupera una parte del dinero gastado", cuenta Víctor Navarro, cofundador de esta empresa. "Paralelamente apoyamos a distintas ONG de dos formas: donando el 10 por ciento de nuestro beneficio a un proyecto social e incentivando al cliente para que done su comisión a la ONG que elija". Tanto buenrollismo resulta sospechoso. ¿Qué saca tikCode de todo esto? "Aparte del logíco y lícito beneficio empresarial que esperamos obtener en el futuro, sacamos satisfacción, innovación, autorrealización, creación de riqueza y puestos de trabajo, estímulo intelectual, beneficios económicos y paz espiritual por hacer un trabajo digno, innovador y orientado a ayudar a ahorrar dinero a las personas y a tener un mundo más justo". ¿Otro proyecto del tan de moda emprendimiento social? "Nosotros simplemente hacemos en la empresa lo que tratamos de hacer en nuestra vida privada", concluye Navarro. Pido perdón por mis suspicacias y vuelvo a creer en el ser humano. O al menos en estos tres: Abdel García, Juanma Ferreres-Sintes y Víctor Navarro. Los dos últimos se conocieron hace 12 años en Barcelona a través de asociaciones juveniles de empresarios y, tras compartir oficina un tiempo y hacerse amigos, fundaron juntos tikCode. Juanma, tras investigar, se dio cuenta de que ya existía un negocio como el que él había pensado y que dicho modelo estaba teniendo muchísimo éxito en otros países, aunque sin el compromiso con diversos proyectos sociales que tikCode propone. Se pusieron manos a la obra y apareció Abdel, que sería el encargado de materializar todas estas ideas en el gran centro comercial online que hoy es tikCode. "Cuando crees en algo, ves la oportunidad, el mercado crece en esa dirección y tienes un equipo en el que confias, no hay mucho mas que pensar". Amén. Según el equipo de tikCode, lo que más se compra en Internet es ocio (viajes, escapadas, hoteles,...) y electrónica, aunque cada vez se están adquiriendo más moda y complementos. "Comprar online engancha y la gente se ha dado que es una manera de ahorrar muy cómoda". En esta eterna crisis parece pregunta obligada si se emprende por necesidad o por afición: "La necesidad agudiza el ingenio y la creatividad. Una empresa de calzado envió dos comerciales a África; uno vino al poco tiempo destrozado porque nadie usaba zapatos. El otro encargó que trajeran miles de zapatos porque aunque nadie los usa, todos los necesitan. Así es la crisis". "Sin crédito, con complicaciones burocráticas, costes desmesurados y Administraciones pendientes de ver por donde pueden rascar impuestos y permisos… dan ganas de irte a otro sitio a emprender". Así pinta el panorama Navarro, que conoce de primera mano el largo y espinoso camino que recorre: "Darnos a conocer es quizás el trabajo más duro. Solemos hacer lluvia de ideas para buscar maneras creativas de llegar a la gente, pero también tiramos de los clásicos". Además, algunas cifras desaniman -"sólo el 7 por ciento de la gente dona el dinero a ONG, el resto lo necesita por su ajustada economía"-, o ¿no lo hacen?, "sólo por ese 7 por ciento de la gente sumado a lo que nosotros donamos, vale la pena", concluye Navarro.