Se alía con una filial de su participado Erste Group, a la que le venderá su cartera Caixabank cambia el plan de negocio en Rumanía. Seis años después de abrir sucursal en Bucarest con el interés de adquirir un banco local, va a echar el cierre y ultima una alianza para atender a sus clientes desde la red Banca Comerciala Romana (BCR). Se trata de uno de los líderes de aquel mercado y pertenece al Grupo Erste Bank donde Caixabank es accionista destacado, con un 9,9 por ciento del capital. El grupo presidido por Isidro Fainé entró en el mercado a finales de 2007 desde cero y tras aperturar sucursal en Varsovia (Polonia) para convertirlas en punta de lanza en su despliegue hacia Europa del Este. A fin de construir la franquicia, presentó oferta, incluso, por el 30 por ciento de la entidad búlgara EIBank, que se adjudicó finalmente el grupo belga KBC. Su ambición era copar a medio plazo entre el 3 y el 4 por ciento del mercado local. Giro tras entrar en Erste Bank Dos años después entra en el accionariado de Erste Bank, en el que ha invertido unos 1.200 millones para controlar un 9,9 por ciento del capital. Y esta última apuesta hacer girar la manera de plantearse la internacionalización por la región. Con Erste Bank rubricó un acuerdo en Austria que le permite incorporar personal propio en su red para atender a los clientes que se desplacen allí. El movimiento en Rumanía emularía de alguna manera dicha alianza, indicaron fuentes de la entidad. Basado en Austria, este grupo dispone de bancos en países como Croacia, la República Checa, Hungría, Serbia, Slovakia y Ucránia, además de en Rumanía -es dueño al 93,57 por ciento de la citada Banca Comerciala Romana-. El cambio de modelo se cerró en el consejo de Caixabank de 24 de abril, según información registrada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El máximo órgano de administración aprobó la venta de todo o parte del portflolio crediticio a Banca Comerciala Romana. Caixabank conservará la gestión desde España de los créditos no incluidos en la operación. Su sucursal gestiona activos por más de 120 millones de euros. La entidad ha creado una unidad de servicios internacionales en Rumanía para gestionar la operativa con los clientes que remita al nuevo socio financiero rumano. La entrada en el país se formuló para acompañar a clientes, en su mayoría compañías españolas con interés en invertir en el país y atender al mismo tiempo a aquellas empresas locales que tengan una relación comercial con España . Cuando abrió la sucursal en Bucarest, La Caixa contaba también con 64.000 clientes rumanos en España y dicho país era el séptimo mercado en volumen de operaciones de remesas tramitadas, con 31.500 anuales.