Madrid. La multinacional italiana Fiat parece estar interesada en adquirir la marca Zastava. Al menos así se desprende de las declaraciones realizadas ayer en la capital serbia, Belgrado, por su ministro de Economía, Mladjan Dinkic. "Fiat está interesada en adquirir Zastava y, de hecho, a lo largo de esta semana esperamos a una delegación de la firma para visita la base de la marca, que se encuentra en el pueblo de Kragujevac. "A partir de ahora vamos a iniciar una serie de conversaciones y en función de cómo vayan, decidiremos si aceptamos la oferta de Fiat". En todo caso, Dinkic añadió que "la decisión se tomará a finales de este mismo mes". Ya el pasado mes de diciembre, el estado de Serbia dio a conocer su intención de aceptar ofertas por la compra de Zastava, la que fuera hasta los años años setenta fabricante de los automóviles de la marca Yugo. El grupo italiano ya mostró su interés desde el primer momento, pero todo tuvo que paralizarse ante la crisis del gobierno serbio el pasado mes de marzo, que desembocó en las recientes elecciones anticipadas. Según los primeros contactos, Fiat habría propuesto realizar una inversión aproximada de 300 millones de euros, una cantidad muy importante para la situación económica del país balcánico. En la actualidad, la producción de Zastava ya está unida al grupo Fiat, pues en Kragujevac ya se ensambla el modelo Punto que, bajo el nombre de Zastava 10, se comercializa en la propia Serbia y se exporta a Rusia. En unas condiciones similares se encuentra General Motors, pues allí también se producen los Astra para el mercado doméstico, con visos de una posible exportación a partir del año próximo. Con esta situación, en Belgrado se esperaba una "lucha interna" entre GM y Fiat por hacerse con el control de una empresa que pasa por momentos muy delicados con una fábrica que hubo que reconstruir tras los bombardeos de la OTAN en 1999 a los centros industriales neurálgicos serbios. Incluso la prensa local habló del interés mostrado por otros fabricantes chinos, hindúes e incluso la propia Volkswagen. En el año 2006, en Kragujevac se produjeron 15.000 vehículos, una cifra muy lejana de su capacidad máxima, que es de 60.000 unidades anuales. Y lo mismo sucede con la plantilla, en la actualidad de unos 4.000 operarios, cuando llegó a tener 11.000. El gobierno serbio no quiere que todo se quede aquí. "Queremos atraer a más marcas, como Volkswagen; estamos deseosos de aportar nuestro suelo".