BBVA, Novagalicia y Cajamar no retirarán la condición en hipotecas a empresasEl Banco de España quiere despejar las nuevas incertidumbres abiertas con las cláusulas suelo con celeridad. El organismo ha pedido a todas las entidades que revisen si los topes a bajadas de tipos incluidos en sus préstamos reúnen las condiciones de transparencia fijadas por el Tribunal Supremo y decidan si las retiran o no antes del 31 de julio. En ese breve plazo deberán comunicar también al supervisor "el impacto que pudiera tener sobre sus resultados la eliminación", en los casos que así lo estimen "procedente o necesaria" a la "vista del contenido de la referida sentencia", explicó ayer el organismo. La entidad dirigida por Luis María Linde recoge el mandado del Ministerio de Economía de forzar un examen general de los contratos en el sector. El fallo del Tribunal Supremo solo obliga a abolir los topes a los tipos en préstamos de BBVA, Cajamar y Novagalicia por, a su juicio, comercializarse sin advertir bien a los clientes sobre el riesgo asumido. El Supremo reconoció la legalidad de la cláusula, siempre que no haya desprotección del cliente por carencia de información. La supresión afecta a hipotecas con particulares, pero BBVA, Cajamar y Novagalicia podrán mantener las otorgadas a empresas a las que se les presupone suficiente conocimiento y capacidad de análisis sobre lo que firmaban. El supervisor ha reclamado también al sector "extremar la atención" para que las futuras hipotecas cumplan con la información exigida por la Orden Ministerial de 28 de octubre de 2011 y en una Circular de 27 de junio de 2012. Ambas obligan al notario y al banco a advertir de la existencia de topes en los tipos, efectuar simulaciones con los intereses para que el cliente sepa realmente a qué se expone, recogerlo en la escritura e, incluso, en un anexo del contrato con detalle del tipo mínimo y máximo aceptado -si hubiese suelo y techo- y la cuota máxima y mínima. El Banco de España ya adelantó la pasada semana respeto sobre la decisión individual que adopten los bancos si sus contratos cumplen con la legalidad. El presidente de BBVA, Francisco González, auguró que otras entidades retirarán los topes porque el Supremo cambió las reglas de juego vigentes. El tribunal descarta que la advertencia del notario sea garantía suficiente para que el consumidor sepa lo que contrata, aunque una norma de 1994 descansaba dicha responsabilidad sobre el fedatario público. Mirar "caso por caso" La sentencia ha vuelto a sacudir al sector por el potencial impacto económico. BBVA admitió 420 millones de euros anuales menos de beneficio y Novagalicia lo cifró en 48 millones. Bancos de inversión como BPI y JPMorgan atribuyen un impacto de 120 a 200 millones en Popular o 114 millones en Banco Sabadell, aún cuando ambos defienden la legalidad de sus contratos. El banco catalán mirará "caso por caso" si el cliente lo demanda. En todo caso el impacto debería ser limitado porque afecta al 25 por ciento de su cartera original, antes de absorber la CAM, y su clientela son empresarios o profesionales liberales a los que se les presupone capacidad para entender dichas condiciones. La Caixa analizarán individualmente cada caso -heredó 185.000 hipotecas así de CajaSol, y tiene otras pocas propias-. Santander y Bankinter no las vendieron. Y en Bankia afecta a menos del 5 por ciento de las hipotecas.