Insta al Gobierno a mantener abierta la posibilidad de un rescate ante los riesgos de la economíaEl Fondo Monetario Internacional (FMI) se muestra satisfecho con las reformas emprendidas por el Gobierno de nuestro país para salir de la crisis. Pero ayer le puso una serie de medidas para iniciar cuanto antes la recuperación de la economía. La receta incluye decisiones importantes y algunas polémicas, todas ellas encaminadas a frenar la sangría de parados y modificar el modelo para crear empleo con bajo crecimiento del PIB, debido a las riesgos existentes todavía. Ante esta situación de debilidad e incertibumbre, el FMI no descarta que España tenga que solicitar el rescate a la Unión Europea, por lo que reclama a los dos partes que mantengan abierta la solicitud de este programa, en el que un papel relevante es el plan de compra de bonos por parte del BCE. El organismo supranacional, tras una visita a nuestro país, considera fundamental que el Gobierno dé una vuelta de tuerca a la reforma laboral, demanda a la que ayer negaron plegarse varios miembros del Gobierno. El Fondo insta al Ejecutivo de Mariano Rajoy a reducir el coste del despido, a través de una mayor flexibilización, y urge a los empresarios y sindicatos a facilitar una bajada de los salarios para que mejore la competitividad. El principal problema de la economía, según señaló ayer el jefe de la misión española del FMI, James Daniel, sigue siendo el empleo a pesar de los progresos realizados para flexibilizar el mercado laboral, pero defendió que es "crucial" una moderación salarial para reactivar la demanda interna. "España se ha centrado en la destrucción de empleo y los sueldos continúan siendo los mismos que en 2007", remarcó Daniel en una rueda de prensa que celebró en Madrid para anunciar las conclusiones preliminares del análisis anual de nuestro país. El dirigente del FMI no quiso aclarar en qué cuantía deberían bajar la retribuciones y restó importancia a la consecuente pérdida de poder adquisitivo de los españoles, ya que, a su juicio, no hay mejor aspecto para el incremento de la demanda interna que el que "las personas cuenten con un empleo". No todo este impulso del mercado laboral vendría de la mano de una flexibilización más aguda y de una ajuste de los salarios. Entre las medidas que sugiere la institución que encabeza Christine Largarde se encuentran incentivos fiscales como, por ejemplo, para la contratatación de jóvenes y trabajadores de baja cualificación -dos de los colectivos más castigados por la crisis tras el derrumbe del sector inmobiliario- y "reducciones de las cotizaciones a la Seguridad Social". Atención a los ingresos Estos estímulos ayudarían a poner freno al desempleo y facilitarían la llegada de un ciclo progresivo de generación de puestos de trabajo, si bien, podrían suponer una merma en el corto plazo de los ingresos para el Estado. De ahí, que el FMI esté preocupado por una caída de la recaudación, lo que supondría cortapisas a los objetivos de déficit. Por ello, es partidario de que el Gobierno compense la bajada de las cotización con un incremento de la base imponible de las indirectas, como el IVA. Daniel, que compareció junto al director del FMI para Europa, Ranjit Teja, sobre este aspecto se mostró tajante. "No queremos que se eleve el tipo del IVA, pero sí que se amplíe su base para mejorar los ingresos", dijo, con lo que dio a entender que se debería incrementar los tipos a productos básicos que tributan al 4 o el 10 por ciento. Toda esta hoja de ruta, que incluye más medidas, son fundamentales porque, según el FMI, España crecerá en el medio plazo al 1 por ciento, una cifra no suficiente para generar empleo. Espera que el PIB vuelva a ser positivo en la segunda mitad de este año.