madrid. El gigante automovilístico General Motor ha invertido un total de 550 millones de euros en la planta de Figueruelas (Zaragoza), donde se fabrican los modelos Meriva y Corsa, para adaptarla fundamentalmente a la producción de la nueva generación de éste úlitmo.Gran parte de este monto se invirtió en un nuevo taller de prensas para asumir el volumen de producción que se le va a requerir.La compañía ha introducido innovaciones para mejorar la calidad, como máquinas de ultrasonido que comprueban las soldaduras, además de otros robots que instalan parabrisas y lunas traseras.Según afirma el presidente de GM en Europa, Carl-Peter Forster, con estas inversiones "nuestra planta española se configura como uno de los pilares fundamentales en la red de producción de General Motores en Europa".Actualmente en Figueruelas trabajan 7.600 operarios, que producen unas 400.000 vehículos al año, lo que supone la mayor instalación industrial de la mulitnacional en el Viejo Continente.