El constructor francés ganó 1.625 millones y mantiene las previsiones del añomadrid. Este último año no le fue muy bien al Grupo Renault, cuyas ventas en Europa durante el primer semestre se redujeron un 7,6 por ciento en relación al mismo periodo del año anterior, debido principalmente a una política de ventas más selectiva, en el que se trata de ganar más dinero con cada coche vendido aunque sea a costa de vender menos unidades.Así, la cifra de negocios pudo crecer un ligero 0,4 por ciento con 21.547 millones a pesar de vender menos unidades.Sin embargo, la reducción comercial pasó factura a los resultados financieros de este periodo, que registra una caída en los beneficios del 25 por ciento hasta los 1.627 millones de euros, según informó la compañía.La rama del automóvil contribuyó, por tanto, con 20.560 millones de euros a la cifra de negocio total, que es prácticamente lo mismo que el año pasado con un ligero incremento del 0,2 por ciento. La filial financiera (financia las compras de automóviles) creció un poco más, un 3,9 por ciento con una aportación al grupo de 987 millones de euros.Estos resultados se vieron lastrados, como los del resto del sector, por el encarecimiento del precio de las materias primas, hasta el punto de que la compañía se gasto 185 millones de euros extra en la primera mitad del año.En la línea previstaA pesar de la caída en sus resultados netos, Carlos Ghosn, presidente de Renault y de Nissan, mantiene las previsiones para 2006.El directivo considera que 2006 es un "año de transición", ya que fue en febrero cuando anunció su plan de negocio "Contrato 2009", que se basa en mejorar procesos de producción y en lanzar nuevos modelos al mercado.Los planes para el segundo semestre contemplan el lanzamiento del Scénic fase 2 en septiembre y del Trafic II y Master III a partir de octubre. Fuera de Europa se concentrará en el desarrollo del programa Logan, con el que lanzará una versión familiar y otra comercial. Con todo, Renault espera tener unas ventas similares a las del año pasado.