Los proveedores denuncian que están cobrando con ocho meses de retrasomadrid. Azulejeros, cementeros, fabricantes de puertas, de grifería..., hasta 22 sectores diferentes se aglutinan bajo el amplio paraguas de los fabricantes de materiales de construcción, un segmento que amenaza con convertirse en la gran víctima de la crisis inmobiliaria. Los motivos son varios. El primero, obvio: si cae la promoción de viviendas, también se reducen las ventas de sus proveedores. El segundo, en cambio, es una derivada del anterior y enlaza con un viejo problema: la dilación en los pagos. Aunque la Ley de Contratos del Estado cifra en 60 días el plazo máximo de pago a los proveedores, éste puede ampliarse si las dos partes así lo acuerdan. De hecho, el periodo medio oscila en torno a 180 días. Pero poco a poco se está ampliando, hasta el punto de que varias empresas denuncian estar sufriendo presiones para retrasar los cobros hasta 250 días, es decir, más de ocho meses. Rafael Fernández, presidente de la patronal del sector (Cepco), denunció ayer esta situación, que amenaza con disparar hasta 25.000 millones de euros la cifra que dejarán a deber los promotores y constructores a sus asociados. Retrasar los pagos permite a los gigantes del sector financiar su actividad, sobre todo, cuando no hay apenas crédito bancario. Es una forma de intentar hacer quiebros a la crisis que vive el sector, trasladando sus problemas de liquidez a 5.000 empresas que suman una facturación de 50.000 millones y generan más de medio millón de puestos de trabajo. Un empleo que al cierre de este ejercicio puede verse recortado en 35.000 personas, según las estimaciones de Cepco, que cifra en un 15 por ciento la caída del sector en este primer trimestre, aunque en ciertas actividades el retroceso alcanza el 30 por ciento. Para intentar frenar esta negativa tendencia, la patronal del sector ha creado un comité con el objetivo de encontrar soluciones y proponérselas al Gobierno. De hecho, en las próximas semanas pedirán un encuentro con los ministros de Vivienda, Fomento e Industria, ya que las medidas anunciadas por el Ejecutivo para intentar paliar la crisis le parecen insuficientes. Al menos, en lo que se refiere a su actividad, que representa al 40 por ciento de todo el sector constructor.