La Administración separará la propiedad de la gestión del centro para dar entrada a inversoresLa sueca Karolinska Institutet también ha sido contactada por la consejería de SanidadLa Generalitat de Cataluña está negociando con un grupo japonés la privatización del Hospital Clínic de Barcelona, el segundo más grande del sistema sanitario catalán. La operación diseñada por la Administración catalana contempla la separación de la propiedad del inmueble y de los terrenos, que seguirán siendo públicos, de la gestión de las instalaciones, que sería privatizada mediante un régimen de concesión. Según fuentes sanitarias, las negociaciones entre el Departamento de Sanidad y el grupo inversor se encuentran en fase avanzada, aunque han aparecido algunos obstáculos. Al parecer, la Administración pretende privatizar la gestión del hospital en bloque, mientras que los inversores pretenden quedarse sólo con aquellos servicios sanitarios que son rentables o que tienen recorrido para serlo con una gestión privada. Dentro de este grupo se encontrarían los especialistas, los laboratorios del centro, los servicios de diagnóstico por la imagen o los quirófanos. Por el contrario, el comprador estaría menos interesado en los servicios hospitalarios más asistenciales como los relacionados con geriatría. Las negociaciones con el grupo japonés no son las primeras ya que el Departamento de Sanidad también había contactado con el grupo sueco Karolinska Institutet, una entidad privada similar a la Clínica Universitaria de Navarra. Karolinska mezcla la actividad sanitaria con la investigación y la docencia. Cuenta con 4.700 empleados, 2.000 estudiantes de postgrado activos y 5.800 estudiantes a tiempo completo. Por el momento, esas conversaciones no han fructificado. En otoño del año pasado, antes de las últimas elecciones autonómicas, también se especuló con la posibilidad de que Qatar Foundation entrara en el Clínico. Para poder privatizar la gestión del hospital, de forma previa, el Departamento de Sanidad ha planteado una reestructuración de la organización del centro. En la actualidad, el Clínic está regido por un patronato formado por 21 miembros, 14 de los cuales los nombra la Generalitat, tres el Gobierno español y el resto la Universidad de Barcelona. El plan del consejero de sanidad, Boi Ruiz, es separar la propiedad del centro de la gestión. Para ello se creará un "Consorcio Patrimonial" que seguirá siendo el propietario del inmueble y los terrenos donde está ubicado el hospital y que en el registro de la propiedad están a nombre de la Universidad de Barcelona. En cuanto a la gestión, el plan inicial de Sanidad es crear una "Fundación de Gestión" donde está prevista la presencia de personalidades, mecenas y médicos del propio hospital. Este organismo sería el encargado de realizar la atención sanitaria, la investigación y la docencia del hospital. A través de esta fundación de gestión o mediante una concesión directa se podría dar entrada a los nuevos inversores. Tras dos años de negociaciones, en enero de 2008, el Estado formalizó el traspaso del Hospital Clínic de Barcelona a la Generalitat sin deudas y con el compromiso de aportar 75 millones de euros anuales. En ese momento, el Gobierno, que durante más de cien años había gestionado el centro, también abonó 110 millones para reequilibrar el patrimonio y amortizar deudas con otras instituciones como la Diputación y el Ayuntamiento de Barcelona. Así mismo, aportó otros 27 millones para liquidar el déficit contable que arrastraba el centro y dejar así a cero las cuentas a partir del año 2008. Sólo cuatro años después se calcula que el Hospital Clínic mantiene una deuda creciente de unos 110 millones con la Seguridad Social y de otros 120 millones con proveedores. La privatización de la gestión del centro supondría la liquidación de esta deuda por parte de las AdministracionesPúblicas. La 'planta privada' del Rey El Clínic ya cuenta con una experiencia en el sector privado. La séptima planta del hospital está reservada para vips que tienen acceso a la mejor tecnología del hospital, pero que formalmente ingresan en Barnaclínic. Se trata de una clínica privada dentro del hospital público que tiene la vocación de desarrollar actividades asistenciales para los pacientes no financiados por el sistema público de salud. Entre sus clientes más afamados se encuentra el Rey Juan Carlos, que fue operado allí de un nódulo en el pulmón en el año 2010, la empresaria Esther Koplowitz o la baronesa Tita Cervera. Los sindicatos denuncian que Barnaclínic es una privatización de una parte del hospital ya que "se están prestando servicios privados pero el personal, los utensilios y la tecnología son los del Hospital Clínic y los paga la sanidad pública con dinero público". Por otro lado, el presidente del patronato del Clínic es Xavier Pomés, elegido por el consejero de Salud, Boi Ruiz. Pomés, que también ha presidido el Hospital de Sant Pau (hoy en situación previa al concurso de acreedores) es consejero de dos grupos empresariales con importantes intereses sanitarios en Cataluña.