Francia ha decidido aprobar un texto para "proteger a los becarios de los abusos que a menudo sufren". Se acabaron las prácticas gratis. Los becarios franceses deberán cobrar un salario mínimo de 436 euros. Hacía tiempo que el límite para prácticas no remuneradas en el país galo estaba en dos meses y a partir de este tiempo, las empresas tenían que pagar un mínimo de 400 euros al mes. Mientras, en España, el Tribunal Supremo ha anulado un Real Decreto (RD) que restringía la obligación de dar de alta en Seguridad Social (SS) a los jóvenes becarios universitarios o de formación profesional que reciben contraprestación económica durante sus prácticas. En estos momentos la ley sólo obliga a dar de alta en la SS a los estudiantes que no están matriculados en instituciones universitarias, lo que significa que los jóvenes que estén cursando sus prácticas curriculares de grado (seis créditos ECTS) o las extracurriculares (tras finalizar el grado, el máster o el postgrado) no estarán cotizando. Para estas últimas hay algunas universidades que ponen un límite de horas para que no puedan encadenarse contratos de prácticas. Por ejemplo, el CEU San Pablo las límita en 900 horas y la Universidad Rey Juan Carlos en 400 horas. CCOO recurrió este RD ante el Supremo al entender que "se detenía el proceso de afiliación de jóvenes por esta vía". Volviendo al tema de la remuneración de los estudiantes y recién graduados, España, al contrario que el país vecino, no tiene legislación que regule el salario mínimo de los becarios. Por ello, aún se ofrecen prácticas sin salario. De hecho, ha habido organismos públicos como el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación que ofreció el año pasado cinco plazas de prácticas no remuneradas para trabajar en embajadas españolas en el exterior para los alumnos del Máster Interuniversitario en Diplomacia y Relaciones Internacionales de la Escuela Diplomática. ¿Por qué voy a contratar a un joven sin experiencia si puedo tener uno gratis y encima con estudios universitarios? Los expertos coinciden en que no hacer prácticas profesionales durante la carrera puede hacer que sea casi imposible para un licenciado trabajar de lo que ha estudiado. Por eso, muchos estudiantes deciden aceptar la oportunidad sin salario con la esperanza de que en un futuro los van a regularizar o encontrarán algo mejor. El número de licenciados no se ha rebajado en España, pero, por culpa de la crisis, sí la capacidad de absorción por parte del mercado laboral. Las "becas" y contratos en prácticas suponen en España el 12,2 por ciento del total de los trabajadores, según Jobandtalent. Siete de cada diez estudiantes encuestados para el Informe Infojobs ESADE 2012 estaría dispuesto a hacer prácticas sin recibir salario. Además, el 65 por ciento de estos no considera útiles estas prácticas para encontrar empleo. Los expertos opinan... Felipe Navío, directivo y cofundador de Jobandtalent afirma que "la universidad no debe limitarse a conseguir un empleo a sus alumnos, ya que esa labor la pueden realizar portales de empleo como Jobandtalent, sino que el objetivo debe ser garantizar la correcta formación profesional con prácticas que nutran a los alumnos". En relación a la iniciativa de Francia indica que "estas medidas deben ir acompañadas de otras fiscales que posibiliten la contratación de jóvenes e impulsen su desarrollo profesional". Dolores Dorado, directora del COIE Complutense, asegura que "las empresas suelen querer rentabilizar la formación que invierten en los estudiantes en prácticas, teniéndoles en cuenta en los posibles procesos selectivos, pero con las condiciones del mercado laboral sería utópico pensar que todos los estudiantes que realizan prácticas pueden integrarse en la empresa. Digamos que permite un acercamiento y es un elemento facilitador de la empleabilidad de los alumnos". Luis Pérez, director de Relaciones Institucionales de Randstad, afirma que "hay algunas universidades que sí exigen que a sus estudiantes les den una remuneración, pero eso depende de los convenios que cada institución realiza con la empresa. Más allá de la regulación del salario mínimo opino que el debate debe centrarse en el contenido y la duración de las prácticas, es decir, en el uso fraudulento de la figura del becario. Poner el acento del debate aquí analizaría la precarización de estos jóvenes". Javier Unda de Gonway, la red profesional estudiantil, asegura que "para los que consiguen unas prácticas resulta dificil quedarse porque no hay puestos de trabajo. Al fin y al cabo, un becario no cuenta como trabajador por lo que al finalizar su beca es necesario que haya una vacante en la empresa para poder quedarse". Además, cree que "España tiene que encontrar su propia solución ajustada a su realidad, como ha hecho Francia. No sirve de nada poner un mínimo de 500 euros si no existe la posibilidad real de dar el salto al mundo profesional y ese candidato seguirá saltando de convenio en convenio cobrando su mínimo mensual indefinidamente".