E spaña ha vuelto a superar su porcentaje de reciclado de envases domésticos. En el último año se reciclaron casi 1,2 millones de toneladas, según Ecoembes, la organización que gestiona los residuos de los contenedores amarillos y azules en toda España. A pesar del contexto de crisis, la tasa de reciclaje de envases creció un 2 por ciento con respecto a 2011. De hecho, los españoles se han adaptado al consumo sostenible impulsados tanto por motivaciones medioambientales como empujados por la crisis económica, según un estudio sobre hábitos de consumo y sostenibilidad presentado por Henkel con motivo del Día Internacional del Reciclaje, el pasado 17 de mayo. Se recicla más, se opta por reparar las cosas antes de comprar nuevas, se ha reducido el consumo de agua y energía -especialmente a través de bombillas de bajo consumo- y se aprecia un cambio en los hábitos de compra y consumo en el que la mano de la crisis se deja notar. De hecho, casi el 69 por ciento afirma que la crisis impulsa a comprar sólo productos esenciales, frente al 53 por ciento del promedio europeo. En el capítulo del reciclaje, el estudio confirma los datos del realizado por Ecoembes: los españoles reciclan más que antes (el 84 por ciento lo afirma) y lo hace por encima de la media europea, especialmente en materia de restos orgánicos: el 35 por ciento de los españoles separa la basura orgánica frente al 17 por ciento del promedio europeo. Por materiales, en el último año se ha podido reciclar el 81,9 por ciento de los envases de cartón, el 81,6 por ciento de los envases de metal y el 53,6 por ciento de los envases de plástico, según las cifras de Ecoembes, una organización sin ánimo de lucro que ha generado más de 42.000 empleos en nuestro país, y constituye uno de los principales nichos de empleo verde. Este éxito se suma a los alcanzados durante los 15 años que lleva en funcionamiento el Sistema Integrado de Gestión (SIG) de Ecoembes, uno de los SIG españoles más reconocidos en el mundo. En ese tiempo los españoles han pasado de desconocer lo que era el reciclaje a superar con creces la media europea en recuperación de envases, con unas tasas de reciclaje 15 puntos por encima de los objetivos que establece la UE (del 55 por ciento). El avance de nuestro país en materia de reciclaje no sólo recae en los ciudadanos. A Ecoembes están adheridas más de 12.000 empresas que invierten más de 450 millones de euros al año a través del pago del llamado Punto Verde, para hacerse cargo del reciclaje de los envases y reducir así la huella ambiental. Las Administraciones Públicas también tienen un papel clave. Gobierno y empresas apostaron por hacerse cargo de los residuos generados en las ciudades por el gran consumo, y ahora recogen los frutos: España se sitúa entre los diez países de Europa que más reciclan, con más de 700 sociedades dedicadas a la gestión de residuos, un sector que factura al año 5.270 millones de euros, lo que supone un 13 por ciento del mercado medioambiental. Además, da empleo directo a más de 140.000 personas, según datos de la Fundación Forum Ambiental. El interés por el reciclaje es transversal. La creación de la Plataforma por la Sostenibilidad de los Envases, presentada el pasado 13 de abril, es un buen ejemplo. Nace con el objetivo de "poner en valor el ciclo de vida de envases y embalajes", y con la vocación de convertirse en un "punto de encuentro entre ciudadanos, consumidores, organizaciones y ciudadanos". Vidrio y ecodiseño Los avances en gestión de residuos también se extienden a la recogida selectiva de vidrio. En España esta labor se encuentra en manos de Ecovidrio, el SIG sectorial al que están adheridas más de 2.600 empresas. Según la organización, los españoles reciclaron 4.512 toneladas más de vidrio en 2012, y ello a pesar del descenso del 4,2 por ciento del consumo. El reciclado de vidrio ahorró un total de 819.906 toneladas en materia prima, más de un millón de megavatios en energía y 275.352 toneladas de CO2. Respecto al reciclaje del papel, España destaca, además, por ser la nación más activa en Europa en ecodiseño -en concreto, en la fabricación de envases sostenibles- y ha tomado la delantera a la hora de dar una solución integral a las pilas usadas, y ha puesto en el mercado novedosos modelos de reciclado de medicamentos y teléfonos móviles. En este proceso las empresas españolas han adquirido una experiencia que han sabido exportar al extranjero. La gestión española de residuos urbanos y basuras domésticas se ha convertido en una industria madura que utiliza tecnologías punteras. De hecho, muchas de las empresas españolas lideran el sector. La experiencia doméstica no sólo ha convertido a nuestro país en uno de los que más recicla, las empresas se encuentra en la vanguardia en el tratamiento y transformación de los residuos en otros materiales o energía. Un buen ejemplo es FCC Enviroment, la filial del grupo de servicios en Gran Bretaña, que en 2012 se hizo con un contrato de tratamiento de residuos en el condado de Buckinghamshire, situado a unos 70 kilómetros al noroeste de Londres, que permitirá convertir los residuos urbanos industriales en energía renovable. Por su parte, Urbaser, la empresa del Grupo ACS que cubre toda la cadena de valor en la prestación de servicios medioambientales, dispone de plantas de tratamiento, de valorización energética o biometanización de fracción orgánica. A principios de 2012 firmaba un nuevo contrato en Reino Unido de la mano de su socio británico, Balfour Beatty, para la construcción y operación de una planta de tratamiento de residuos en Essex valorado en algo más de 950 millones de euros. La firma Ros Roca Envirotec, una de las compañías más destacadas en la recogida neumática de basuras domésticas, ha logrado un contrato para instalarse en Saint-Quen, al norte de París, por valor de 20 millones de euros. Valoriza Servicios Medioambientales, integrada en el grupo Sacyr, también ha desarrollado con éxito diversos procesos de aprovechamiento del desecho y su tecnología se exporta a países como Australia, Portugal, Bulgaria, Croacia, Polonia, Rumanía, Argelia o Brasil. También Abeima ha completado o está participando en proyectos de valorización en más de 20 países. Abengoa acaba de anunciar que construirá una planta de producción de energía eléctrica a partir de gasificación de residuos urbanos en Arizona, en EEUU. La compañía desarrolla la tecnología W2B para obtener biocombustibles de segunda generación a partir de los residuos mediante un tratamiento de fermentación e hidrólisis enzimática. Durante el proceso, la materia orgánica se somete a diversos tratamientos para producir fibra orgánica, rica en celulosa y hemicelulosa, que posteriormente será convertida en bioetanol. La tecnología de Abengoa no se limita al tratamiento de la fracción orgánica de los residuos, además permite el aprovechamiento del resto de componentes, tanto de los reciclables como de los no reciclables y otros plásticos, mediante diferentes tecnologías para la obtención de biodiésel y la valoración energética para la generación de vapor y energía eléctrica. La firma tecnológica acaba de sellar también un acuerdo con la firma Sinosteel para ampliar su actividad en el sector del reciclaje de residuos industriales en China, una alianza que impulsará su posición en ese país, donde la producción de acero se ha visto multiplicada desde hace una década, y que en la actualidad duplica a la de toda Europa. Con la operación, el mercado potencial de Abengoa en el país asiático podría situarse en cerca de 200.000 toneladas de residuos. Acero, lo que más se recicla Precisamente, el sector siderúrgico español es otro de los campeones internacionales del reciclaje. Es uno de los mayores recicladores de Europa, superado sólo por Italia y al mismo nivel que Alemania: mientras la media europea de reciclaje en el sector es del 50 por ciento, y la mundial del 40 por ciento, el 75 por ciento del acero fabricado en España es acero reciclado. En 2012 las acerías españolas reciclaron un total de 11,2 millones de toneladas de acero (chatarra férrica). De hecho, es el material que más se recicla en nuestro país. Según fuentes de la Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid), hoy se sigue reciclando acero fabricado hace más de un siglo y medio. Además, "por su gran capacidad recicladora y la alta tecnología de sus acerías", la industria siderúrgica española "está en condiciones de garantizar el reciclaje de toda la chatarra recogida en nuestro país", indican desde la patronal. En el caso de la industria papelera, la española es la segunda más recicladora de Europa, sólo por detrás de Alemania. En 2012 el sector recicló en sus fábricas más de 5 millones de toneladas de papel y cartón, 160 kilos por segundo. Además, se recogieron 4,6 millones de toneladas de papel y cartón para reciclar. La tasa de recogida ha subido cuatro décimas respecto al año anterior, y se sitúa en el 73,9 por ciento. El gran desarrollo de los sistemas de recogida y la creciente colaboración de los ciudadanos ha amortiguado el efecto de la caída del consumo de papel (-4,2 por ciento) en la recogida de papel para reciclar (-3,6 por ciento). En la actualidad, "se recoge para su reciclaje prácticamente el 74 por ciento del papel que se consume", apuntan desde la patronal del sector, Aspapel (Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón), lo que supone "una de las tasas más altas del mundo". La valoración en la gestión de residuos se extiende hasta el agua y el aire. Compañías como Veolia Waters han desarrollado una tecnología que permite recuperar materia orgánica de las aguas residuales y transformarla en bioplásticos para usos industriales, como el plástico que se utiliza en la fabricación de bolígrafos y en tarjetas de crédito. También dispone de una tecnología que transforma el fósforo contenido en las aguas residuales en fertilizante para uso agrario. La compañía se acaba de adjudicar un contrato, a través de su filial Veolia Water Solutions & Technologies, para la construcción de tres plantas para el tratamiento de agua en la fábrica brasileña de la papelera chilena Celulose Riograndense, perteneciente al Grupo CMPC, líder mundial en producción de pasta y papel, por un importe de 130 millones de euros. Respecto a la captura y almacenamiento de gases para su posterior recuperación, la compañía Air Liquide España es la encargada de suministrar al Centro de Desarrollo de Tecnologías de Captura de CO2 (es.CO2) de la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden) en León, el CO2 para llevar a cabo la inertización y el sellado necesarios en el proceso de captura vía oxicombustión. La compañía, líder mundial de los gases para la industria, la salud y el medio ambiente, y sus tecnologías permiten la recuperación de grandes cantidades de CO2 emitido por la industria pesada y se sitúan a la vanguardia del sector.